Intereses de demora sobre los intereses de demora. Condena a Hacienda

Hacienda se escaquea siempre que puede; es una de sus normas no escritas, y pasa con todas las administraciones que, incluso siendo condenadas por los tribunales, harán lo posible para no cumplir con sus obligaciones (yo aún sigo esperando que me devuelvan los puntos del carnet los incompetentes de Tráfico; otros que tal). Y luego quieren que les tengamos un respeto. ¿Cómo se puede respetar a quien se regodea y nos muestra su constante desprecio? En esta ocasión hablaré de una doble sentencia; primero condenan a Hacienda a pagar intereses de demora y, como no los paga en plazo, otra sentencia la obliga a pagar intereses de demora sobre los propios intereses de demora no abonados en su momento.

¿Se pueden computar intereses de demora sobre intereses de demora?

Lo que yo me pregunto en estos casos es ¿por qué tienen que acabar estas cosas en los tribunales? ¿Acaso Hacienda no sabía que estaba obligada a pagar los intereses? ¿Cómo se atreven incluso a recurrir lo irrecurrible?

Bajo mi punto de vista, siendo dos y no una las sentencias contra Hacienda en este caso, aún me parece poco. Deberían de condenar a Hacienda, no solo a pagar los intereses de demora iniciales y los intereses de demora de los primeros intereses de demora, sino a algo más. Debería existir alguna responsabilidad por este tipo de actos, alguien tendría que responder de alguna manera contra estos abusos. ¿Quién estaba detrás de estas decisiones? ¿Quién se negó a que Hacienda pagara? A ese individuo, sea quien fuere, es al que tendrían que perseguir hasta el infierno.

Está claro que en esta ocasión la otra parte era una entidad bancaria, y yo no es que simpatice demasiado (en realidad nada) con las entidades bancarias, pero lo que es del César hay que dárselo al César.

Resumen de lo acontecido en relación con los intereses de demora

1. El Tribunal Supremo ha dado la razón al BBVA obligando Hacienda a pagar intereses sobre los intereses de demora previamente reconocidos a raíz de una liquidación del Impuesto de Sociedades del año 2000, por importe de 27,79 millones de euros, cantidad que se abonó con tres años de retraso.
2. En 2005 la Inspección incoó al BBVA tres actas de disconformidad por el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 1998, 1999 y 2000. El acta de este último arrojó una cantidad a devolver a la entidad financiera de 101,82 millones de euros.
3. El importe se devolvió el 3 de marzo de 2006, sin abonar intereses de demora, por lo que el banco los reclamó judicialmente. En resolución de 26 de junio de 2008 se le reconoció el derecho a percibir los intereses de demora devengados por los 101,82 millones de euros desde el 25 de julio de 2001.
4. Los intereses ascendían a la friolera de 24,79 millones de euros.
5. Hacienda no pago ese dinero hasta el 18 de marzo de 2009, tres años después de su obligación de hacerlo.
6. El BBVA hizo otra reclamación y la Audiencia Nacional dictó una sentencia el pasado 9 de mayo de 2013 en la que reconocía el derecho del BBVA a percibir intereses sobre la demora del pago de intereses ya reconocidos, sentencia que fue recurrida por Hacienda (morosa y mentirosa compulsiva como ninguna otra).
7. La última sentencia del Supremo dice:  «Difícilmente la pretensión formulada por el representante de la Administración daría plena satisfacción al resarcimiento completo e íntegro de la entidad financiera, debido al injustificado tiempo que medió entre el acuerdo y la efectiva entrega de los intereses de demora de los que era acreedora».
8. Hacienda, además es condenada a otros 8.000 euros por el pago de costas.

He de decir que me alegro de ambas sentencias, y no porque perjudiquen a Hacienda, sino porque la ponen en su debido lugar. Hacienda es como uno de esos abusones del colegio a los que hay que plantarles cara si no se quiere vivir amargado toda la vida. Recuerda: El abusón puede ser más grande que tú, pero no necesariamente más listo.

Ramón Cerdá

Intereses de demora sobre los intereses de demora. Condena a Hacienda was last modified: julio 22nd, 2014 by Ramón Cerdá