Cuando los dueños de esta casa de Biarritz la compraron era una ruina de 3 paredes construida en los 40. 8 años después de reformas y paciencia tienen la casa de sus sueños, una bonita villa con un interior muy personal con toques escandinavos.
Afortunadamente el techo pudo salvarse gracias a la robusta estructura de vigas de acero, ahora al descubierto y pintadas de blanco, totalmente integradas en el interiorismo. La decoración está plagada de accesorios antiguos, muebles de época y multitud de detalles vintage y en colores pastel con toque escandinavo.
Los elementos de madera y ratán también están muy presente en todas las habitaciones aportando ese punto natural a la decoración tan común en el estilo nórdico. Muchísimos rincones donde mirar, no os los perdáis ;).















Vía: chiara-stella, vtwonen fotos: Julien Fernandez et Amandine Berthon
