Revista Cultura y Ocio
Como dije durante muchos momentos del año pasado, Interpol, la banda neoyorkina, editaron en julio del año pasado The other side of make-believe, continuación de Marauder de 2018. La banda decribió este nuevo trabajo como "imbuido de anhelo personal y gracia recién descubierta", referido a trabajar de manera aislada y por temas de la pandemia desde 2020. El estilo del grupo liderado por Paul Banks seguía inconfundible, con ese aire post-punk tan característico y sus melodías oscuras pero atrayentes, como demostraba Toni, su primer adelanto del trabajo, con un ritmo cambiante que se pausa y acelera, pero de muy buen tono. Luego el segundo Something changed con un inicio lento y bastante triste con piano, para luego cambiar y encauzar la melodía de manera tremenda en este medio tiempo de tono oscuro, dejaba claro que el nivel era grande. Se fueron sucediendo los singles como Fables (maravillosa) o Gran Hotel (arrebatadora), y las que no eran singles demostraban tener mucho jugo dentro, un disco que iba ganando es cucha a escucha y que para un servidor explotó en mí y de qué forma en el concierto de Madrid del 20 de febrero. Uno de los temas que no fue single, pero tiene un ritmo tremendo y atractivo, muy para directo (aunque no la tocaban) es Renegade hearts, y esos cambios de ritmo realmente fantásticos.
Os dejo con Renegade hearts.