Interrail 2010: Dachau

Dachau es un lugar impresionante, un sitio con un lugar muy negro en la historia de la humanidad (igual no tanto como Auschwitz pero igual de negro), pero que es necesario una visita para poder entender lo que allí sufrió la gente recluida.

Esto es lo que los presos veían cada día.

Dachau es un pequeño pueblecito a 13 kilómetros de Munich y a medida que te vas acercando al inicio de la ciudad y a las puertas del campo de concentración vas empezando a notar la angustia que la gente sintió.

No se si fui yo sólo o también mis compañeros de viaje, pero un nudo se instaló en mi estómago desde el momento en que puse un pie en el campo de concentración, las risas se acabaron, las bromas cesaron, y todos teníamos una cara de circunstancia, una cada de sufrimiento por todas las personas que fueron encerradas allí dentro. Y esa sensación aún hoy, 4 años después de haber visitado el campo, me siguen acompañando.

El campo fue construido sobre una fábrica de pólvora en desuso y fue escenario de castigos tremendamente crueles y fue modelo del sistema de campos ordenado y eficaz, donde los prisioneros los prisioneros fueran considerados como enemigos infrahumanos del Estado y del especial tratamiento dado a los judíos, en forma de castigos aniquiladores desde el punto de vista físico y psicológico. También se realizaron cientos de experimentos médicos ilegales e inhumanos.

Las personas que estuvieron recluidas dentro del campo lo que veían cada día, a cada hora y durante mucho tiempo en su vida era sólo las verjas que los alejaban de la sociedad, las verjas que un austríaco ebrio de poder había colocado para encerrarlos como a animales.

El campo está dividido en los siguientes puntos:

• El complejo de intendencia, el cual comprendía la cocina, el guardarropas, los talleres y el baño. En el edificio estaba escrito con letras grandes: “Hay un camino hacia la libertad. Este pasa por la obediencia, la honestidad, la limpieza, la sobriedad, la aplicación, el orden, el sentido de sacrificio, la sinceridad, el amor a la patria”
• El Bunker (calabozo), definido como “un lugar de terror”. Aquí se realizaban todo tipo de experimentos y torturas a los reclusos. Entre los experimentos más notorios se cuentan las infecciones intencionadas de malaria, pruebas de hipotermia y altura, entre otros.
• El campo de tiro de las SS
• Las fosas comunes de Leitenberg
• El bloque de los curas

En estas “literas” “dormían” los reclusos

Entre la visita se puede observar las literas de los presos. Éstas estaban diseñadas para albergar a unos 400 hombres, pero en algunos momentos superaros hasta los 4000 por la falta de espacio y las necesidades que tenían los nazis para meter en los campos de concentración a los judíos, homosexuales, retrasados, gitanos,… y todas aquellas personas que en un momento u otro Hitler determinara que eran contrarias al régimen.

Luego de visitar los barracones(actualmente sólo dejaron 1 en pie como muestra del museo, pero en su momento eran bastantes más para poder dar cabida a todas las personas) pasamos a donde los presos eran maltratados por los guardias, con castigos tan crueles como colgarles de los pulgares hasta que sus hombros se dislocaran y luego ponerles una bandeja en la mano y si se caía les volvían a pegar. Ese castigo creo que es uno de los mas crueles que he podido conocer. En los barracones individuales también tenían calefacción, peor curiosamente esta solos e activaba en verano, cuando las temperaturas eran elevadas, lo que hacía un infierno las habitaciones para los presos.

Una de las torturas más crueles.

Atravesando un pequeño puente se llega a donde tenían los hornos de cremación, que servían para cremar los cuerpos de todas las personas que morían en el campo, dándose como anécdota que antes de la liberación por parte de los Estadounidenses del campo, tal fue la cantidad de cadáveres que se acumularon que no consiguieron cremarlos a todos.

Los hornos crematorios

Ya con la felicidad arrancada de nuestros cuerpos fuimos abandonando el campo, no sin antes poder ver una escultura que rezaba “Never Again” en diferentes idiomas, un frase que sin duda quedó grabada en nuestro corazones y que con mucha esperanza deseamos que nunca más se vuelva a repetir una época tan oscura, tan negra como fue la época del Tercer Reich Alemán y el Nazismo.

Never Again