Interrail día 1-Brucelas.
Muchos trenes, mucha gente, muchas horas. Todo al por mayor en oferta.
Tengo tanto tiempo para pensar que ni siquiera pienso.
Me encuentro caminando por una ciudad de la cual no tengo idea, escucho hablar francés
español y otros tantos idiomas. La gente sonríe, otros piden, otros compran, otros me invitan a pasar al restaurante.
Me confunden con una alemana por llevar la camiseta de la selección, me dicen “Guten Abend” y yo no se si responder
en inglés, alemán, español, o francés.
Militares custodiando las esquinas, las plazas, los teatros, los metros, la estación.
Extraño Alemania y no entiendo muy bien por qué. Hace mucho no viajaba sin destino, la seguridad
que me daba Alemania me conformó con dinero y una habitación propia. Que injusto ¿cuando me dejé atrapar
por la conformidad? yo que me consideraba valiente y entusiasta, aquí me encuentro, extrañando en el primer día de viaje en interrial.
En el subway. Belgica 2016 interrail
No le doy tanta importancia y recorro todo lo posible antes de que me de hambre.
Miro la plaza central toda iluminada a las 22 horas y vuelve la paz en mi y esa vocecita que me dice “todo va bien” y yo le creo
nunca me ha mentido, como no le voy a creer.
Confío.
Bruselas 26, de julio 2016.