Para clasificar las dificultades auditivas, fundamental para elaborar programas de actuación y estrategias adecuadas, podemos tener en cuenta varios factores:
- La zona lesionada: oido medio (hipoacusia de transmisión o conductiva), oido interno (hipoacusia de percepción o neurosensorial), o en ambas (hipoacusia mixta).
- El momento de aparición: hereditarias o adquiridas (bien sean prenatal, perinatal o postnatal)
- El grado de pérdida auditiva: hipoacusia ligera (pérdida entre 20-40 decibelios), hipoacusia media (entre 40 y 70 decibelios, sordera severa (entre 70 y 90 db) y sordera profunda (superior a 90 db).
Los programas de intervención en el área del Lenguaje contemplarán:
- Situación del niño/a
- Programa de atención temprana, teniendo en cuenta:
* Estimular en todos los momentos del día (comida, aseo, etc.)
* Ofrecer un ambiente rico lingüísticamente
* Reponder a todas sus intenciones comunicativas
* Atraer la atención del niño al rostro del interlocutor, acercándonos a la boca objetos atractivos para él.
* Utilizar recursos comunicativos no verbales
- Educación auditiva apoyados en otras vías sensoriales: percepción del sonido a través de amplificadores o acompañándolo de luz/gestos, reconocer culidades del sonido, etc.
- Educación sensorial, potenciando la vista y el tacto.
- Lectura Labial, tratando de hablar a los niños de frente, a su altura y nunca de espaldas a la fuente de luz.
- Voz, articulación y ritmo del habla.
- Implantación del Lenguaje comprensivo y expresivo: mediante la socialización, la asimilación de normas, la imitación del modelos, etc.