¿INTERVENCIONISMO COACTIVO DEL ESTADO COMO SOLUCIÓN A TODOS LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS O LIBERACIÓN DE TODO INTERVENCIONISMO ESTATAL PARA POTENCIAR LA PRIVATIZACIÓN, EL MERCADO LIBRE Y LA LIBRE EMPRESA? Cuarta y última Parte. Por Tony B (facilitador de a...

El grado de libertad individual emancipada influye en el grado de libertad colectiva; bien si es un grado de libertad colectiva emancipada o bien si es un grado de libertad colectiva dependiente. Por esa razón creo que la libertad individual emancipada es el principio de toda liberación y la libertad colectiva emancipada es el final de toda liberación. En este caso, individualismo y colectivismo no estarían contrariados y mucho menos enfrentados, sino que serían dos fases complementarias de lo mismo: la vida entendida como ser humano en lo pequeño y la vida entendida como humanidad en lo grande. Pero tanto lo grande como lo pequeño van estrechamente asociados y lo que necesitamos es ser conscientes de ello; aunque ser conscientes de ello requiere escalar y conquistar nuevas cumbres en los grados de libertad individual y colectiva emancipada.
Para entender las instituciones coercitivas como el Estado, en este caso que nos incumbe, debemos primero entender de dónde viene toda la situación actual en la que nos encontramos inmersos como especie y ese entendimiento requiere un exhaustivo estudio sobre Historia, Filosofía Política y Economía. Esto es algo usual y nada novedoso, pues ya lo hizo el filósofo y economista Karl Marx como referente inicial. También lo hicieron otros hegelianos, debido a que el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel fue el que pensó retomar la dialéctica y llevarla hasta nuevos significados. El problema con la dialéctica marxista reside en los condicionamientos que su metodología dialéctica estableció al presentarse en un contexto absolutista cual dogma de fe. En ese aspecto no fue diferente a cualquier religión, aunque en un contexto político y económico. Es posible que su metodología dialéctica heredada de Hegel le llevara a una serie de conclusiones brillantes para su época; pero jamás deberíamos olvidar que toda metodología dialéctica de investigación es espectacular y certera (cuando lo es) precisamente porque se queda obsoleta en su síntesis y requiere no sólo ser revisada sino ser superada antes o después. Si no se produce la superación, como ya hiciera el propio Marx (y otros) con Hegel, cualquier dialéctica pierde su espectacularidad y certeza.
La construcción mayoritaria de nuestra concepción generalizada del Estado en la actualidad (exceptuando los regímenes autoritarios, caudillistas y militares) proviene del siglo XVII y está estrechamente relacionada con la creación de una democracia parlamentaria bipartidista originada en Inglaterra y aplicada en un contexto de monarquías absolutistas durante ese mismo siglo y el siguiente. Entender esto como una fase evolutiva de emancipación individual liberada, que a su vez viene siendo impulsada a nivel histórico desde el Renacimiento y la Reforma, hasta la Ilustración, cuando se produjo otro movimiento más hacia la liberación emancipada del individuo mediante la razón, intentando superar la fe y aboliendo las monarquías absolutistas; es entender que nuestra concepción democrática parlamentaria bipartidista se ha quedado ya obsoleta y requiere un cambio radical drástico en el que, desde mi punto de vista, nos encontraríamos ahora mismo en su epicentro.
A veces me pregunto: ¿no podría ser que el mercado libre, las privatizaciones y la libre empresa sean la expresión de la próxima evolución histórica, social, política y económica?
A veces me pregunto: ¿el intervencionismo coactivo del Estado es productivo y sirve para algo evolutivo, emancipador y liberador o sería mejor reducirlo e incluso eliminarlo como proceso dialéctico necesario en la liberación del individuo y del colectivo?
A veces me pregunto: ¿no estará la corrupción política y financiera relacionada con la decadencia del modelo democrático parlamentario bipartidista?
A veces me pregunto: ¿no es el neoliberalismo una fase más que debe ser inevitablemente superada, aunque ahora no existan más perspectivas que reinventar una izquierda anticapitalista de todos los colores, relacionada estrechamente con la dialéctica marxista obsoleta?