
Into the Badlands
2015-
El mundo conocido, donde la tierra se la reparten unos señores feudales llamados "barones", es un páramo reseco. El poder se mide por la tierra que posees, el petróleo que puedes sacar de ella y el juego que te dan las plantaciones de amapolas. Los barones se reparten el poder y de vez en cuando entran en guerra para volverse a repartir la tierra y sus frutos. Fuera de los Páramos no hay nada. O eso es lo que se cuenta porque nadie que haya intentado salir de esas tierras ha vuelto para echar esa teoría abajo. Bueno, algo tiene que haber, sí, pero es peor, se dice, que los Páramos.

Sunny es el jefe de los clippers del barón Quinn. Digamos que es el general de los soldados de ese barón. Sunny es el guerrero más temido, silencioso y rápido. Quinn está casado y tiene un hijo, su sucesor algún día. Ahora se va a volver a casar. La poligamia es un derecho de los barones. A las tierras de Quinn llega M.K., un chaval distinto a los demás y que comparte protagonismo con Sunny en 'Into the Badlands'. Tiempos oscuros se acercan. La Viuda, la mujer de un barón cuyas tierras comparten frontera con las de Quinn, tiene un plan que puede provocar una guerra. También tiene a M.K. en el punto de mira.
Violencia, política, luchas de poder, la esperanza de un mundo mejor fuera de los Páramos... todo esto encontraremos en esta serie, que viene firmada por Milles Millar y Alfred Gough, ambos productores y guionistas de series como 'Los Ángeles de Charlie' o 'Smallville', y pelis como 'Spiderman 2'. (Visto su currículum, no deberíamos esperar demasiado de 'Into the Badlands', así es que sorprende que, por ahora, tenga tan buena pinta...).

En fin, no cuento más que me voy de la lengua. Creo que es suficiente como para que os hagáis una idea de lo que os vais a encontrar. Bueno, algo me falta por decir: no es una serie apta para sensibles de estómago. Las estupendas coreografías de artes marciales (me flipan) suelen acabar con grandes dosis de sangre, sea en forma de salpicón a cámara o de charco pegajoso. Tampoco faltan las decapitaciones y otras amputaciones menores. Está claro que en el futuro que nos trae 'Into the Badlands', la violencia, a ser posible con muertos de por medio, es el método más habitual para empezar una conversación. En esto me recuerda a 'Banshee': para qué hablar si puedes dejar las cosas claras a hostias...
Aquí os dejo un avance.