Los cuentos más famosos de los hermanos Grimm se reúnen en este musical que empieza con fuerza pero que se deshincha paulatinamente por culpa de una trama demasiado caótica. Esto es debido a que mucho de los elementos que funcionan en teatro se han querido trasladar del mismo modo a la gran pantalla, con una puesta en escena repetitiva y una cantidad ingente de acontecimientos y personajes que se difuminan y acaban por importarnos bien poco. A los actores no se les puede achacar nada ya que dan el pego en sus respectivos papeles, pero no podemos decir lo mismo de su director Rob Marshall que viendo lo que consiguió con "Chicago" se esperaba mucho más de él.
Mi puntuación: 4/10
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