Revista Cine

Intocable, para emocionarse y reír a carcajadas

Publicado el 17 julio 2012 por Cris @estanteriaazul

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Cuando la película francesa Intocable se estrenó, en el mes de marzo, hubo un boom de opiniones y críticas que la alababan. No quiero repetir lo que prácticamente la mayoría ya ha dicho, pero tampoco quería dejar pasar la oportunidad de recomendarla.

Título original: Intouchables. Dirección y guión: Eric Toledano y Olivier Nakache. País: Francia. Año: 2011.  Género: Comedia dramática. Interpretación: François Cluzet , Omar Sy, Audrey Fleurot, Anne Le Ny, Clotilde Mollet, Alba Gaïa Bellugi, Cyril Mendy, Christian Ameri. Producción: Nicolas Duval-Adassovsky, Laurent Zeitoun y Yann Zenou. Música: Ludovico Einaudi.

Tras un accidente de parapente, Philippe, un rico aristócrata, contrata a Driss como asistente y cuidador, un joven procedente de un barrio de viviendas públicas que ha salido recientemente de prisión —en otras palabras, la persona menos indicada para el trabajo—. Juntos van a mezclar a Vivaldi y “Earth, Wind & Fire”, la dicción elegante y la jerga callejera, los trajes y los pantalones de chándal. Dos mundos van a chocar y van a tener que entenderse mutuamente para dar lugar a una amistad tan demencial, cómica y sólida como inesperada, una relación singular que genera energía y los hace… ¡intocables!

Es increíble lo que está película me ha hecho sentir. Salí del cine con una gran sensación de felicidad y de satisfacción; porque Intocable te revuelve la mente, te emociona y te hace reír a carcajadas. La historia de Phillippe y Driss habla de la AMISTAD, así, con mayúsculas, una historia que te enseña que aún existen personas por las que no hay perder la esperanza por el ser humano.

No quiero engañaros, Intocable muestra una historia muy dura. El accidente dejó a Phillippe sin ningún tipo de movilidad del cuello par abajo y aunque su vida es fácil gracias a su dinero, no es feliz. Driss tampoco tiene una vida fácil; acaba de salir de la cárcel y su madre siente que no puede aceptarlo en su hogar. Phillipe confía su cuerpo, su vida a Driss, aún sabiendo que es un ex presidiario, sin importarle nada más. La amistad que se crea entre los dos es tan increíblemente bonita, como cada uno va aprendiendo del otro, como  se van conociendo, dándose cuenta que no pueden estar Intocable3sin su amistad dadas las circunstancias y siendo tan diferentes. Sin prejuicios, la confianza y la amistad nace sola.

Sin duda, esta historia no sería creíble sin las excelentes interpretaciones de no sólo los protagonistas de la película, François Cluzet y Omar Sy, sino también de los secundarios. Ha tenido que ser duro interpretar a una persona en las circunstancias de Phillippe pero François Cluzet lo hace creíble, e incluso natural. El drama que presenta no deja con mal cuerpo, ese no es el objetivo de la película, sino que siempre está acompañado por el optimismo y la comedia.

Pocas veces digo esto pero verla, en serio, vale mucho la pena.


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