Intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la lactosa

 La lactosa es el azúcar de la leche….., leche de vaca, de oveja, de cabra, e incluso humana. Es una molécula pequeñita formada por dos azucares simples, glucosa y galactosa.
En nuestro intestino la lactosa, se metaboliza desdoblándose en esos azúcares, mediante una enzima intestinal, la lactasa.
Déficit de lactasa
Ocurre que el nivel de lactasa con la edad va disminuyendo. También ocurre que existen poblaciones en las que sus individuos apenas tienen lactasa, porque tradicionalmente, generación tras generación, no consumen leche de animales.
En cambio, otros pueblos de cultura ganadera, introducen en su alimentación habitualmente leche, y la intolerancia es menos prevalente.
Aun así, la mayoría de la población mundial adulta tiene déficit de lactasa, excepto la población del norte y centro de Europa.
El país con menor porcentaje de población intolerante a la lactosa es Suecia con el 1%.
España se sitúa con un 15% aproximadamente de intolerantes.
Y a Tailandia se le supone un 98% de su población como intolerante.
Además puede aparecer una intolerancia a la lactosa secundaria, provocada por un daño intestinal temporal asociado a una gastroenteritis.
Esta es frecuente en la infancia y es transitoria.
Síntomas de intolerancia a la lactosa
Cuando la lactosa no se digiere bien, por el déficit de la enzima lactasa en el intestino delgado, pasa como tal al intestino grueso.
En esta porción intestinal actúan bacterias de la flora propia, sobre la lactosa, y dan lugar a unos productos finales como el hidrogeno, metano, anhídrido carbonico, acidos grasos de cadena corta, que serán los causantes de síntomas como:

• Nauseas

• Dolor abdominal

• Hinchazón

• Espasmos

• Gases

• Diarreas ácidas

• Heces pastosas y flotantes

• Defecación explosiva

• Vómitos

• Enrojecimiento perianal

También pueden darse otros síntomas más inespecíficos a consecuencia de esa malabsorcion intestinal como:
Abatimiento y cansancio, problemas de piel, alteración en la concentración y trastornos del sueño.
La sensibilidad a la lactosa es muy variable a nivel individual.
Existen individuos en que la ingesta de un solo vaso de leche, les puede provocar ya el cuadro sintomático expuesto, mientras que otros pueden tolerar mayor cantidad de lácteos sin síntomas hasta llegar a un umbral determinado.
Lactosa en los alimentos
Como ya he comentado la lactosa es el azúcar de la leche y en ella se encuentra en gran proporción; en la leche y en los derivados lácteos.
Y además se utiliza muy frecuentemente en la industria alimentaria como aditivo, así que hay que tener especial dedicación, en leer la composición cualitativa de un alimento procesado.
Al ser una molécula hidrosoluble se dispone en la parte acuosa y no en la fracción grasa de la leche.
Es por ello que derivados lácteos bajos en grasa o libres de grasa, seguramente contendrán más cantidad de lactosa.
Leche
La leche humana es la que mayor porcentaje de lactosa contiene, un 9%.
Leche de vaca, oveja, cabra o yak ronda el 4,5 %, la concentración de este azúcar.
Mantequilla
Al elaborar la mantequilla se separan la parte grasa y acuosa de la leche, por lo que al haber poco contenido acuoso y ser la lactosa una molécula hidrosoluble, no la encontraremos en la mantequilla.
Siempre suponiendo que no se agreguen sólidos de leche.
Yogur
El yogur es mejor tolerado si es elaborado de la manera tradicional y no contiene agregados sólidos de leche, puesto que las bacterias utilizadas en la formación del yogur también añaden lactasa.
El queso
Si el queso es curado, el contenido en lactosa es prácticamente nulo.
Otros quesos elaborados tradicionalmente como el queso suizo o quesos madurados, en los que el contenido en grasa es alto, también consiguen reducir bastante su concentración en lactosa.
Productos no lácteos
Como ya indique la lactosa es ampliamente utilizada como aditivo en la industria alimentaria por la textura que confiere, el sabor y demás cualidades.
Es importante repasar la leyenda nutricional y observar si aparecen términos como lactosuero,suero ,sólidos de leche, ingredientes modificados de la leche, etc. que nos alertarán de que ese alimento contiene lactosa.
Es  frecuente encontrarla en carnes procesadas como salchichas y paté, margarinas, pan rebanado, cereales de desayuno, frutas secas, alimentos procesados, medicamentos como excipiente, comidas preparadas, sustitutos de la comida ,suplementos proteicos etc.
Soluciones hay
En la actualidad encontramos leche y productos lácteos bajos en lactosa y sin lactosa.
Además en las farmacias puedes conseguir complementos nutricionales que contienen lactasa para paliar el déficit.
Se recomiendan para un uso ocasional, especialmente cuando no se está seguro de la ausencia de lactosa en la dieta, o no se quiere renunciar a ese alimento.
Por ejemplo os recomiendo Nutira masticable o Nutira forte capsulas.
Se toman antes de la ingesta de lácteos o alimentos que pudieran contenerlos.
La posología puede variar, dependiendo del grado de intolerancia o del alimento en cuestión.
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