Todo esto al hilo de una noticia del otro día en El País, sobre los extremos a los que está llegando la democracia directa en el Estado del oro.
No se lo pierda, lectorRevista Opinión
Empecé a aprender algo del sistema político californiano a través de Zakaria. Un completo desastre: es muy peligroso decirle al legislativo que apruebe un prepuesto anual cuando los electores pueden, a través de referéndum, introducir mandatos de gasto de manera directa. ¿Para qué sirve un gobierno si las medidas se votan de manera directa? ¿Dónde queda la democracia representativa?