El niño necesita mayor supervisión tan pronto aprende a utilizar sus dedos índice y pulgar (las famosas “pinzas”) para agarrar objetos muy pequeños, mas o menos a los 8 meses. Ahora puede agarrar cualquier cosas que encuentre en el piso. Entonces comerá pelos, lanas, trozos de hilo, trocitos de pintura, arcilla, mugre, tachuelas y otras cosas diminutas que se encuentre en el camino; en fin, cualquier objeto que quepa en su boca y que pueda tragar. Por suerte, algunos objetos no serán agradables a su paladar por lo que los escupirá en seguida, de lo contrario puede tragarse otros sin que los padres se den cuenta.
“Pica” es el término médico que se utiliza para denominar estos intentos frecuentes y repetidos de los niños por comer objetos que no son comestibles generando una intoxicación. En algunos casos, por ejemplo, cuando un niño se aficiona por comer tierra o arcilla cabe la posibilidad de que se deba a alguna deficiencia de minerales en su organismo como lo es el hierro o zinc. Aunque es sumamente normal que los niños exploren el mundo que los rodea y parte de esta exploración sea llevarse las cosas diminutas a la boca, este comportamiento debe desaparecer hacia los 4 o 5 años.