Nuestro organismo tiene un nivel de minerales que pueden ser tóxicos, pero si se pasan de esos niveles es cuando traen problemas para la salud, bien por inhalación o ingestión, por vía respiratoria o por la piel, estos minerales nos intoxican sin podernos defender, ya que no tenemos un factor biológico que nos ayude a eliminarlos. En este artículo daré información sobre las principales fuentes de contaminación y que medidas podemos adoptar para hacerle frente a sus efectos nocivos contra la salud.
El aluminio es uno de los principales materiales con el que se hacen utensilios/utillajes de cocina aunque ya casi desaparecido de las fábricas, aún muchas personas poseen diversas herramientas de cocina fabricadas con este material, desde calderos hasta las simples cucharas. Cierto es que en países europeos y en Estados Unidos está prohibido este material para estas cosas, pero también es cierto que el principal material de estos utensilios en Latinoamérica es el aluminio, sobre todo en las ollas.
El aluminio es considerado toxico para el ser humano. Esto es porque elimina la vitamina C de los alimentos al entrar en contacto con el aluminio. Favorece la creación de sustancias mutágenas en las carnes asadas. El aluminio retiene el plomo intoxicando así los alimentos que cocinamos e ingerimos posteriormente, y aun limpiando bien la olla utilizada no se logra eliminar el plomo retenido. En pacientes con Alzheimer se detectaron cantidades de aluminio sin saber su procedencia, por lo que hay una conexión entre la ingesta de aluminio y la enfermedad de Alzheimer. El agua potable debe ser rica en silicio y no en aluminio, puesto que el silicio evita los efectos perjudiciales que produce el aluminio, además de que el organismo utiliza el silicato como elemento de contención para que no puedan entrar el aluminio en lugares donde pueda ser perjudicial, además de regenerar las enzimas que han sido intoxicadas por el aluminio. Hay que tener cuidado también con otros productos que no son utensilios de cocina, empezando por los alimentos procesados, las pastas dentales, las envolturas de aluminio, los cigarrillos con filtro, los desodorantes, así como los medicamentos de varios tipos, los antiácidos y los que son para el dolor de artritis. Los síntomas que aparecen en una intoxicación por aluminio son la irritación gastrointestinal, el estreñimiento, la psoriasis, la sensibilidad, el bloqueo de la absorción de fosforo, la fibrosis y la inhibición en la absorción del hierro y algunas vitaminas.