Se acercan las elecciones y desde hace tiempo que en España solo se oye hablar de política, de los partidos, de las medidas, de las campañas etc…pero todo esto qué es? ¿Qué es la política?
Desde la antigua Grecia hasta hoy se ha intentado explicar el significado de la política y su uso, sin embargo hasta hoy en día ninguna de las definiciones conocidas consigue realmente explicar el sentido de esta actividad.
Platón, en su obra “La república”, defendía que la forma en la que debía de gobernarse un pueblo era a través de la observación de la realidad y la puesta a prueba de cambios y mejoras idealistas. Sin embargo, según su teoría, solo los más sabios de esa sociedad debían y podían realizar dicho trabajo.
Aristóteles, proponía un enfoque más científico de la política. El análisis social debía basarse en los elementos psicológicos, culturales y sociales, pudiendo así establecer relaciones de causa y efecto. Además, enfocaba su teoría en la necesidad de crear una clase media que atenuase la brecha existente entre los más ricos y los más pobres.
Nicolás Maquiavelo defendió firmemente que el fin justifica los medios, a la hora de acceder a puestos de poder.
Karl Marx aseguró que toda forma de gobierno hasta la época simbolizaba a una clase dominante. Según él, la sociedad estaba dirigida por una lucha por ser “la clases dominante”. Marx planteó que la sociedad es una lucha de clases constante, y el conflicto es inminente y permanente.
Por ejemplo, en una sociedad hay temas que afectan a sus miembros por igual. Hay preguntas que deben ser respondidas. ¿Quién debe tener el poder? ¿De qué manera tiene que ejercerlo? ¿Cuál debe ser la estructura de poder? ¿Quién y cómo puede participar en los problemas de una comunidad?…y toda una serie de dudas más.
Dicho esto, se podría decir que la política es el conjunto de procedimientos y medidas que se realizan para dirigir los asuntos que afectan a la sociedad o tienen relación con ella.
Según algunos teóricos, la política empezó a ejercerse durante la época neolítica, ya que ciertas sociedades comenzaron a organizarse en un sistema jerárquico, en el que ciertos individuos obtenían más poder que otros independientemente de la fuerza o la inteligencia.
A excepción de unas pocas civilizaciones como la griega o la romana, durante siglos, la política ha sido una actividad organizada por diferentes sistemas pero todos con un carácter totalitario. Es decir, el poder residía sobre un mandatario o un grupo reducido de la sociedad. Los grupos religiosos, los monarcas, los tiranos o el estamento militar eran las estructuras tradicionales que guiaban y regulaban la política en un sentido general. Estas modalidades aún no han desaparecido por completo y tristemente continúan siendo el modelo político en muchos países de la actualidad.
Con la Constitución de los Estados Unidos de América, la política y sobretodo la democracia adquirieron una nueva dimensión. La Democracia es una forma de organización social en el que el poder reside principalmente en toda la sociedad.
En la democracia varios grupos o partidos políticos realizan propuestas para que los ciudadanos puedan escoger mediante un sistema de votación justo, la propuesta más adecuada. El grupo o partido que obtiene la mayoría de votos, será el responsable de organizar y gestionar los asuntos que afectan a la sociedad. El sistema democrático permite y debe alternar el poder, entre los diferentes partidos y miembros del gobierno.
La democracia posibilita la rivalidad de distintas visiones políticas en un plano de igualdad. A pesar de que existen múltiples ideologías políticas se pueden dividir en dos grupos: Las teorías de derechas, las cuales defiende el derecho al mercado libre y a la propiedad privada y las teorías de izquierdas, conocidas principalmente por intentar encontrar el equilibrio y la igualdad social.
Por encima de las opiniones y de las ideas sobre esta actividad, lo cierto es que a pesar de que uno quiera o no, la política es necesaria para poder vivir en sociedad. A pesar de sus situaciones corruptas e ilegales y/o el desinterés por parte del pueblo, la política no perderá nunca en importancia. Quizá sea la hora de reconocer la importancia de la actividad política y empezar a preocuparnos por el futuro de la sociedad, por ello en vez de votar al partido que represente nuestras ideologías, podríamos verlo desde un punto de vista objetivo y votar al partido que de verdad se preocupe de nuestra sociedad y de nuestro futuro.