3 países componen las Repúblicas Bálticas: Estonia, la situada más al norte; Lituania, la situada más al sur; y entre las dos, Letonia. Se trata de 3 pequeñas repúblicas situadas entre el mar Báltico, Rusia, Bielorrusia y Polonia.
Este fue mi primer viaje mochilero. Con anterioridad había hecho algunas escapadas por Irlanda y Escocia, pero eran cortas, y no tenían nada que ver. Fue el primero en que realmente me cargaba una mochila a la espalda y recorría territorio con la única intención de divertirme, visitar y conocer más mundo. Mi viaje a estas repúblicas lo disfruté el mes de agosto de 2005 junto a 4 buenos amigos, durante 16 días, y recorriendo un total de 2.675 km. El atractivo principal de este rincón de Europa lo suponen sus capitales: Tallin (Estonia), Riga (Letonia) y Vilnius (Lituania), de las que probablemente hayáis escuchado hablar, o habréis visitado. Pero también esconden otros lugares que bien merecen una visita más detallada, y que resultan impactantes.
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La primera información a tener en cuenta es que los 3 países son bastante llanos, apenas hay montañas, y el paisaje está dominado por bosques densos de coníferas, que en muchos casos no dejan ver más que las carreteras rectas. Pero para no explicaros de buenas a primeras todos los lugares y las visitas que hicimos y que este post se convierta en un texto soporífero, os haré una selección de los que para mí son los lugares más interesantes para visitar, y os dejaré la ruta que realizamos. El resto, ya os lo iré desarrollando de forma más detallada en siguientes posts. Aquí os presento mi selección:
Riga
Como ya os he comentado, se trata de la capital de Letonia, situada a orillas del río Daugava. Algunos la califican como el París del norte, pero para mi gusto dista mucho de la capital francesa. Me recuerda a algunas ciudades de Alemania y Polonia, que mucho tiene que ver con su origen hanseático. Su centro histórico no es muy grande, y se puede visitar perfectamente en un día. Nosotros nos lo cogimos con más calma, ya que el tiempo no acompañaba, así que lo hicimos en dos días.
Kryziu Kalnas
Situado cerca de la ciudad de Siauliai, Kryziu Kalnas es un lugar impactante. Se trata de una pequeña colina repleta de cruces, símbolo de la fe cristiana que se extiende en Lituania, y que vive una nueva época dorada después del laicismo implantado en la época comunista. Hay cruces de todos los tamaños y formas, con una densidad que apabulla. En mi opinión se sitúa entre lo folclórico y lo tétrico, pero sin duda no deja indiferente.
Vilnius
La capital lituana, en el momento que yo la visité, era una ciudad en plena transformación. El centro histórico estaba totalmente rehabilitado y renovado, pero el skyline de la ciudad se empezaba a llenar de grúas y edificios modernos en construcción. Para mi gusto, es la que más me gustó de las capitales bálticas. Merece la pena pasear por sus calles empedradas, y divisar toda la ciudad des de el castillo.
Península de Neringa
La Península de Neringa es una estrecha lengua de tierra que separa el mar Báltico de la laguna de Curonian, que pertenece a Lituania y a Kaliningrado (Rusia), y que está protegida como parque nacional. Se accede en ferri des de la ciudad de Klaipeda. La carretera que cruza este arenal permite ver el bosque, las largas playas y las grandes dunas. Sí, a esa latitud, también hay dunas, y de un tamaño considerable. La vista es espectacular des de lo alto de estas dunas. La región, junto a Kaliningrado, es el centro mundial de la producción de ámbar, ya que el subsuelo es rico en estas gemas.
Fuente: web oficial de Turismo de Lituania
Palacio RundaleConstruido por los Duques de Curlandia, se trata de un gran palacio barroco. También es uno de los principales destinos turísticos de Letonia. Actualmente es un museo. La visita debe acompañarse con un paseo por sus floreados jardines.
Saaremaa
Frente a la costa oeste de Estonia encontramos Saaremaa, la mayor isla del país, que resulta un lugar tranquilo y sosegado donde reposar o hacer caminatas por sus bosques, que ocupan gran parte de la isla. Uno de los rincones más curiosos para visitar es el cráter de Kaali, provocado por un meteorito, que mide 110 metros de diámetro, y que además contiene en su interior el pequeño lago Kaali.
Tallin
La más pequeña de las capitales bálticas, es una ciudad amable, y la única de las tres que se abre directamente al mar, por eso es parada obligatoria en los cruceros que recorren el mar Báltico. Su centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con la particularidad de que está dividido en dos partes, la parte alta, y la parte baja. Además de la visita al centro histórico, también vale la pena acercarse al Kadriorg (parque que acoge la actual residencia presidencial) y al convento y cementerio de Santa Brigittia.
Tartu
Se trata de la segunda ciudad de Estonia por importancia, y su capital cultural. Posee un gran prestigio universitario que se refleja en el actual sistema educativo estonio. Si bien como ciudad no es tan espectacular como las mencionadas antes, destaca por su ambiente cultural y social, tanto de día como de noche.
Para terminar os dejo el planning de la ruta, día a día:
día 1 Barcelona – Riga
día 2 Riga
día 3 Kryziu Kalnas – Panevezys – Vilnius
día 4 Vilnius
día 5 Kaunas – Trakai
día 6 Klaipeda – Península de Neringa
día 7 Palanga – Kuldiga – cascadas de Talsi
día 8 Cabo Kolka – Palacio Rundale
día 9 Saarema – Cabo Saare
día 10 Kuressaaree – cráter de Kaali – Tallin
día 11 Tallin
día 12 Lahemaa – península Käsmu – Saartneem
día 13 Sagadi – lago Peipsi – Tartu
día 14 Tartu – Sigulda
día 15 Castillo Turiaida – valle del Gauja - Riga
día 16 Riga - Barcelona