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Pensar que sólo hay un hilo que nos separa no me sirve hoy. A veces sólo es cuestión de un abrazo físico bastante cálido y largo como una larga tarde, sólo eso. A veces duelen los abrazos que no dimos o que no nos dieron, a veces sólo se trata de eso. Toda la tristeza de ahora es mi reto de hoy para recordarte. Voy a gritar por dentro tan fuerte que podrás oírme, para que nunca sientas la soledad de no querer estar a solas, ni siquiera a veces.
Puede que de tanto gritar ya te haya vuelto invencible.

