El jueves, como cada día, repasaba mi correo electrónico y, en concreto, el Google Alerts sobre lactancia materna. Me llamó la atención una noticia sobre un nuevo aparato llamado MilkSense.
El cacharrito en cuestión, inventado en Israel, viene a "aportar paz y tranquilidad" ( léase en tono irónico ), a las madres lactantes permitiendo conocer la cantidad de leche que hay en cada pecho y, de esta manera, saber "si el bebé toma suficiente leche materna" ( sin comentarios ).
Será que yo me hago mayor, o que soy tan happypandi que paso de todo... Pero de verdad que es necesario saber cuanta leche materna toma un bebé???
No he conseguido encontrar el precio del aparato, pero ya os digo que existen indicadores la mar de baratos que no nos darán una cifra, pero nos indicarán que nuestro bebé se alimenta bien, como por ejemplo que vaya aumentando de peso ( y no, no hace falta pesarlos cada dos por tres ), que moje los pañales ( con pis y caca ), que esté animado y de buen humor ( teniendo en cuenta que es un bebé y que seguro va a llorar por cualquier cosa ), que la piel y las mucosas están turgentes o que la fontanela no esté hundida ( así por nombraros unas cuantas cosillas que demuestran que un bebé está bien alimentado con la teta... )
En mi opinión, este trasto, lo único que va a conseguir, es alimentar aún más esa obsesión controladora que tienen algunas madres sobre la alimentación de sus hijos. Porque, seamos sinceras ¿ que nos aporta saber si un pecho tiene 85ml ? ¿ Con que lo vamos a comparar? ¿ Con el hijo de la vecina que toma biberones de 120ml cada tres horas ? Así lo que se consigue es perpetuar esos grandes mitos de la lactancia materna como el de no tener leche suficiente o de que el bebé se queda con hambre ( porque es obvio que, si el de la vecina toma 120 de una sentada, el tuyo tiene que tomar lo mismo... ).
Además, yo no se vosotras, pero habéis intentado enchufarle más teta a un bebé que ya ha tomado pecho y está saciado??? Porque como poco te arrean un mordisco!!!
Así que, podríamos decir que este cacharro es un invento completamente prescindible. No necesitas controlar la cantidad de leche materna que toma tu bebé, porque el tomará la que necesite en cada momento y, en caso de necesitar más, tranquila que lo pedirá. La única forma de aumentar la producción es ofrecer el pecho a demanda y es absurdo querer controlar lo que toma un bebé amamantando, cosa que demuestra nuestra inseguridad como madres, convirtiéndose en un círculo vicioso en el que nuestra inseguridad hace fracasar la lactancia.