Inversión extranjera. Hacienda se encarga de espantarla

La gran mayoría de las actuaciones de Hacienda tienen algo en común: Para ellos siempre es más importante la gallina que los huevos, y no importa cuántas gallinas maten ni cuántas pocas queden. Su obcecación solo les hace mirar hacia adelante… Pero en el corto, cortísimo plazo. Lo primordial es recaudar para ir tapando agujeros, sea como sea; si con eso se cargan la recaudación del año que viene, no importe mientras este año alcancen la cifra soñada. Ya buscarán nuevas gallinas (en su defecto pingüinos) el año siguiente, o, de no encontrarlas, inventarán otro impuesto, sanción, tasa, multa o lo que convenga. Se persigue la evasión de capitales pero no se intenta solucionar las bases para que esa evasión no se produzca. Y al contrario ocurre lo mismo, cuando llega la inversión extranjera, en vez de cuidarla y actuar en consecuencia, ya se encargan de espantarla, y no siempre con buenas artes.

¿Inversión extranjera en peligro?

Inversión extranjera en peligro si Hacienda no cambia de actitud

Yo soy español, vivo en España y no tengo previsto irme de aquí (aunque a veces entran ganas). Si tuviera que hacer alguna inversión tendría que ser aquí, mal que me pese, pero desde luego, si no fuese español, no traería mi dinero a este país, creo que no nos lo merecemos. No nos merecemos que venga gente de fuera a invertir porque no los tratamos debidamente.

Ya hablé en su momento de lo que ocurría con los extranjeros y las herencias. Siempre acababan pagando más que nosotros, hasta que salió una sentencia. Pero ahora no hablo de herencias, hablo simplemente de inversiones inmobiliarias que son perseguidas por Hacienda alegando que hay alquileres de lujo que no se declaran.

Hacienda está intensificando las «inspecciones» en urbanizaciones de Marbella y Sotogrande, pero por lo que se oye, lo que están haciendo es «suponer» esos alquileres (sin demostrar su existencia) y coaccionar a los propietarios (que entre otras cosas no dominan el idioma y desconocen la legislación) para firmar actas de conformidad en evitación de males mayores. Esta forma de actuar a estas alturas ya la conocemos todos, pero tratándose de extranjeros y con cierto poder adquisitivo, no me quiero ni imaginar hasta dónde pueden llegar con sus maniobras.

Hablando de gallinas y huevos: en 2014 Hacienda recaudó en la Costa del Sol más de setenta millones de euros a no residentes, y en 2015, los extranjeros adquirieron más de 1.200 viviendas solo en provincia de Málaga.

¿No sería lógico hacer un plan de recaudación a largo plazo que fuera sostenible en lugar de salir de cacería todos los años?

La opinión de algunos asesores (que también es la mía): No hay que perder de vista la lucha contra el fraude fiscal, pero deberían desarrollarse políticas fiscales que atrajeran inversión extranjeras en lugar de ahuyentarla.

Ramón Cerdá