ASALIA VENEGAS S.
Una de las prioridades de la revolución bolivariana es el tema de la educación. Todo lo que se invierta en esta materia es invaluable, no solo va al campo de lo cuantitativo, sino a lo espiritual e inasible, a lo cualitativo. Las cifras y porcentajes dicen mucho, pero el salto cuántico va al concepto de nación, de patria, de soberanía, de independencia. Conceptos carísimos para este proceso. Y una de las banderas en la que no cejó Hugo Chávez Una de las prioridades de la revolución bolivariana es el tema de la educación. Todo lo que se invierta en esta materia es invaluable, no solo va al campo de lo cuantitativo, sino a lo espiritual e inasible, a lo cualitativo. Las cifras y porcentajes dicen mucho, pero el salto cuántico va al concepto de nación, de patria, de soberanía, de independencia. Conceptos carísimos para este proceso. Y una de las banderas en la que no cejó Hugo Chávez. Decía el presidente Chávez, siguiendo al maestro, don Simón Rodríguez, que la educación no solo en el aula, en la escuela. La educación en todos los planos de la vida pública. La educación desde el maternal hasta lo universitario. La educación en el campo, en el hogar, en la fábrica. Educación que no cesa, educación para la vida. Y esto fue el quehacer de nuestro Presidente, un gran pedagogo, de permanentes enseñanzas, de constantes lecturas. La palabra educación transversaliza nuestra Constitución, es uno de sus pivotes. El esfuerzo del Gobierno en esta materia, desde hace 14 años, hace ver de manera prístina lo antes dicho. En Venezuela, 7% del PIB que se destina a la educación pública está por encima de los indicadores en la región. El país ha superado las metas del milenio establecidas por la ONU y organismos como el Pnud y la Unicef, han emitido informes técnicos de reconocimiento. Los dos primeros objetivos del Programa de la Patria 2013-2019 priorizan el tema. La inversión en educación no solo es para el desarrollo, es para el cambio, para la transformación. Es para la vida, para el futuro y también para el presente. De allí el camino que se ha recorrido. Todavía falta un gran trecho, pero el sendero demarcado en lo educativo por el proceso bolivariano va dejando su mies. En este 2013 se reafirma uno de los sueños de Chávez, presente desde 2012: la entrega de los libros escolares al contingente que arrancó esta semana el período lectivo y la asignación de las Canaimitas a niños y jóvenes de estos niveles de la educación pública. Se dice fácil pero esto implica una titánica labor que compromete a varios entes públicos, donde destacan el Ministerio de Educación y Ciencia y Tecnología; Presidencia y Vicepresidencia, con el testigo en mano para el presidente Maduro. Periodista / Prof. universitariaRevista América Latina
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