El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha publicado
recientemente su sentencia del caso Parrillo v. Italy, en que afirma que la
legislación italiana que prohíbe el empleo de embriones humanos para
investigación no viola el derecho a la vida privada y familiar.
Puede
verse un comentario en el Centro de Bioética, Persona y Familia,
elaborado por Nicolás Lafferriere, que puede aclarar los puntos más decisivos.