Me llevo una pequeña desilusión cuando leo que el ensayo clínico que proponíamos desde la Fundación FOLTRA y la Fundación de Daño Cerebral de Aragón (ATECEA) no ha sido admitido para llevarse a cabo.
No pedíamos mucho, solamente tener en cuenta que el daño cerebral existe, y que la investigación clínica sobre el mismo, dista mucho de ser rentable económica y socialmente y por tanto atractiva.
Cuando hace muchos, muchos, muchos meses comenzamos a interesarnos por el tema, desde Aragón, logramos contactar con el profesor Devesa, con las principales instituciones en relación con el daño cerebral, públicas y privadas, con la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), con CAIBER, con universidades y un largo etcétera… y todos nos animaron a presentar un ensayo clínico.
Cualquiera que se dedique a la investigación conoce de sobra las dificultades que supone diseñar, elaborar y presentar un proyecto de este tipo, pero lo diseñamos, lo elaboramos, lo presentamos y pasó todos los filtros y cortes hasta el último.
“…Tras año y medio de trabajo, Caiber, la Plataforma Española de Ensayos Clínicos, pone en marcha el primer Plan Clínico de Investigación, tras la aprobación de los primeros 81 estudios, de entre los 264 presentados…”
No conocemos los ensayos presentados, porque se describen con números y letras, el nuestro era 898-C-331, pero estamos seguros que han existido más de 81 proyectos de mayor interés que el nuestro, que el número de pacientes con daño cerebral, aunque en constante aumento, no es suficiente o suficientemente importante, que la creencia en la mejora de los pacientes, por parte de los profesionales, no es demasiado grande y menos cuando de trata de tratamientos nuevos…
“… Investigación independiente. Santiago Moreno, jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, ha participado en la comisión técnica encargada de evaluar los proyectos. Su apoyo es total a la nueva plataforma por entender que, aunque “España tiene mucha y muy buena gente investigando, existen escasas maneras para hacerlo de forma independiente. Hacemos los ensayos que, lícitamente, la industria quiere para sus productos. Es decir, la investigación es primero dirigida y segundo, elitista, porque sólo los grandes grupos pueden hacerla”, manifestó en la presentación del plan de investigación clínica…”
Probablemente si hubiésemos tenido detrás una institución investigadora…
Probablemente si formásemos parte de un centro solvente…
Probablemente si hubiese interés por parte de financiadores externos…
Probablemente, si hubiésemos pensado en todo esto no habríamos llegado a presentar el ensayo, pero decidimos que era nuestra obligación presentarlo contra viento y marea y os aseguro que los vientos eran huracanados y la marea, mas bien fuerte marejada.
La falta de financiación de estos proyectos supone, no ya la paralización de las demandas por parte de los pacientes y familiares, sino solamente la falta de rigor científico en las conclusiones.
Deseamos que el Dr. Devesa, más tenaz, más capaz y más formado que nosotros, continúe adelante.