Clint Eastwood nos ha hecho un nuevo regalo con la película “Invictus” basada en la novela “El factor humano”- “Nelson Mandela and the game that made a nation” - escrita por el periodista John Carlin, que fue corresponsal en Sudáfrica durante la caída del “apartheid”. La fuerza del mal llamado lider negro – Mandela sedujo tanto a negros como a blancos- está perfectamente canalizada por el actor Morgan Freeman; cuyo apellido, que se puede traducir por hombre libre, forma parte de la magia que envuelve al film.
El mensaje de Nelson Mandela lleva el sello de la autenticidad por haberlo encarnado en su propia vida. Durante su larga estancia en la cárcel –veintisiete años- supo llevar todas las injusticias vividas a su corazón, donde los problemas en vez de vencerse se diluyen. Desde ese centro de su ser empieza a nutrir su mente de sabiduría; los odios, prejuicios, creencias limitantes, en definitiva, se desprenden de ella con la misma belleza dorada y naturalidad con la que caen las hojas en otoño. Nelson se desnuda y descubre su belleza interior, a sus pies yace la hojarasca de su pasado, esperando que el viento de una nueva vida la barra.
Sus ojos ven más allá de las creencias de un pueblo determinado, empiezan a descubrir al ser divino que habita en cada humano. Sus propias palabras lo explican: “Todos estamos destinados a brillar, como los niños”. Su nueva visión le permite relacionarse de persona a persona, en lugar de lo habitual: de personaje a personaje. Sus carceleros, al descubrir su propia luz interior reflejada en la mirada de Mandela, sucumben ante la amistad que éste les ofrece. Años más tarde, en su ochenta cumpleaños y siendo presidente del país, invita a la fiesta a tres de sus antiguos carceleros y los abraza delante de mandatarios de todo el mundo. Su relación con uno de ellos es explicada en otra gran película “Adiós Bafana” . Su protagonista es encargado de vigilar y censurar la correspondencia del “invitado” más preciado del penal, le esperarían grandes sorpresas….
John Carlin explica todo el proceso de investigación que le llevó a escribir “El factor humano” en una conferencia que impartió en Bilbao. Está repleta de anécdotas que narran el gran poder seductor de Mandela, confirmando que no hay mayor fuerza que la de un corazón libre. ¿Quieres leerla…? Es extensa, pero vas a disfrutar mucho; acomódate y pincha en la siguiente dirección:
http://servicios.elcorreo.com/aula-de-cultura/2009/john-carlin/john-carlin-1.htm
Puedes también escuchar al autor en un perfecto castellano-su madre es española- en la presentación que hizo de su libro en el “Centro Cultural Ernest Lluch”. En la charla nos habla del que considera el mejor político de todos los tiempos, y a quien entrevistó en varias ocasiones.
Nelson Mandela no es sólo un personaje histórico con mucha fuerza personal .No hubiese podido lograr nada sin la colaboración de todo el pueblo sudafricano, la fuerza del cambio estaba en todos, en el fondo, él sólo la señaló. Lo mismo pasa en el momento actual de toda la humanidad: la fuerza para transformar el mundo está en cada uno de nosotros, tan sólo debemos aprender a desnudarnos, como Mandela, de todas nuestras creencias limitantes y descubrir nuestro propio brillo, a partir de ahí seremos seres no manipulables y, por lo tanto, sin necesidad de manipular a nadie.
Cuando las personas le oyen hablar creen en él, porque sienten que escuchan a su propio corazón, por el sencillo motivo de que Mandela les ha puesto antes en el suyo. Probémoslo escuchando estas palabras suyas como despedida:
“Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso, fabuloso…? . Sin embargo, la pregunta relevante es: ¿quién eres para no serlo…?”