Invierno en París, de Imogen Robertson

Fecha de publicación: Octubre de 2014
Número de páginas: 480
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Sinopsis: París, en el duro invierno de 1910. Maud Heighton sueña con ser pintora. Estudia en la selecta Academia Lafond, pero mientras que los que la rodean disfrutan de los placeres de la Belle Époque, Maud ve cómo su situación económica se deteriora, el patrimonio heredado no le llega para pagar las clases y poder sobrevivir. Consigue un trabajo bien remunerado: acompañar e iniciar en la pintura a Sylvie Morel una inglesa de situación acomodada que vive con su hermano Christian. Aunque descubre algunos de sus secretos inconfesables, la vida parece que empieza a sonreírle a Maud: mientras se va adentrando en el selecto y deslumbrante mundo de los Morel, el dinero que le pagan le permite vivir y seguir con sus clases de pintura. Todo se va a desmoronar cuando los Morel son acusados de impostores y ladrones, y la propia Maud es imputada en el robo de unas joyas. Sólo podrá escapar recurriendo a todas las artimañas que se le ocurren entre gentes para los que la vida no vale nada. ''Invierno en París'' es una novela histórica, de aventuras, de intriga, negra..., rocambolesca. Una novela de mentiras y traiciones, enigmática y elegantemente evocadora, que recrea de manera sin igual aquel París de fin de época, con sus luces y sombras, en el que el arte y la bohemia convivían entre la decadente aristocracia de media Europa y ambiciosos sin escrúpulos, maestros de la apariencia, que no dudaban en recurrir a las mayores vilezas para mantener su estatus.
Opinión personal: Llevaba mucho tiempo viendo reseñas de este libro en diferentes blogs y todas muy positivas así que por fin me animé a leerlo. Cierto es que la novela empieza con un ritmo más lento, en el que parece que no termina de pasar nada y no avanza lo suficiente, pero poco a poco va ganando en intensidad hasta volverse adictiva en su último tramo.
El libro cuenta la historia de Maud Heighton, una inglesa que acude a la academia de pintura para señoritas Lafond, cuando no aun no era habitual que las mujeres recibieran formación, y mucho menos aquellas que no son de clase acomodada y para las que acudir a clase y pagar la vida en París resultaba prácticamente imposible. Y ésta era la situación de Maud cuando Tanya acude en su ayuda; apenas puede comer, pues todo su dinero se lo gasta en sus estudios y en la deprimente y fría habitación que alquila y su situación parece que seguirá empeorando, pues el frío invierno de París en estas condiciones no puede traer más que enfermedades y dificultades. Tanya es todo lo opuesto a ella; es una princesa rusa, con más dinero del que puede gastar y una vida, en apariciencia, resulta y fácil. Un buen día, sin que Maud le pida ayuda, pues su rígida educación se lo impediría, Tanya le ayuda a encontrar trabajo para una pareja de hermanos acomodados: ella tendrá que enseñarle inglés y pintura a Sylvie, una joven un tanto peculiar, y a cambio ella podrá vivir en casa de los hermanos Morel y recibir una asignación que le abrirá un nuevo abanico de posibilidades ante sus ojos. Pero parece que la dificultad marcará el destino de Maud, pues pronto todo se torcerá y se pondrá más difícil que nunca. El trío principal lo completa Yvette, quién trabaja como modelo en la escuela y es una superviviente de los bajos fondos parisinos, y quizás el personaje más complejo y de quién más nos hubiese gustado conocer.
Esta novela está construida sobre un buen argumento, pero lo que realmente la mantiene en pie son sus personajes, que están realmente bien construidos y presentados. Y no sólo me refiero a las tres protagonistas, que también, sino a todos aquellos que rodean la historia en algún que otro momento: las tías de Tanya, los hermanos Morel...
Toda la historia además, se ve aderezada con un hecho real; la gran inundiación de París 1910, cuando por las grandes y persistentes lluvias, el Sena se desbordó e inundó la capital francesa a través de su alcantarillado y túneles. Este hecho estará perfectamente situado en la historia que la autora nos presenta, pues con él se establecerá un antes y un después en la historia, y con la lluvia vendrán tiempos más oscuros y nuevas facetas de los personajes.
Un punto muy curioso del libro es que, las escenas que Maud contempla en su día a día, vienen descritas al finalizar el capítulo como cuadros que la protagonista acabó pintando y están expuestos en una galería; así podremos observar descripciones de los cuadros extraídas de catálogos, con datos como sus dimensiones o técnicas cuando son obras que no existieron en la realidad, y yo, cómo lectora, he llegado a estar en la duda de si realmente era ficticio y he acabado buscando en Google el nombre de la obra o de la galería en cuestión.
En conclusión, Invierno en París es una novela muy entretenida, con grandes cambios en su argumento y en sus personajes, cargada de sueños, esperanzas y amistad pero también de malos deseos, egoísmo y maldad. Una historia bien escrita que sustenta una lectura adictiva.
Al margen de la reseña os dejo algunas fotos de la gran inundación que me ha impresionado ver:

Campos Elíseos

Puente de Alejandro III