Los fondos de inversión vienen a dar respuesta a aquella máxima que dice que “la unión hace la fuerza”, es decir, que el grupo es mejor que la suma de sus individuos. Pongamos un ejemplo: quiero invertir 1.000€, pero no soy ni un inversor profesional ni tengo tiempo para seguir la evolución diaria de los activos que compre. Dado el importe de mi inversión, habrá pocos productos que pueda comprar y seguramente me cobrarán los mínimos de comisiones. ¿Qué puedo hacer?Un fondo de inversión podría ser la solución. Los fondos comunes de inversión funcionan como si fueran una peña en la que un grupo de amigos se reúnen para hacer un bote y jugar, por ejemplo, a una lotería, para posteriormente repartirse las ganancias entre ellos. Las ventajas de jugar en grupo es que la contribución individual es menor puesto que el coste de las jugadas se reparte entre distintas personas y no sólo una. Igualmente, al realizar distintas jugadas aumentamos la posibilidad que nos toque. A cambio, pero, deberemos repartir el premio entre todos los que participan del bote.
Siguiendo este símil, un fondo de inversión son un grupo de inversores que aportan una cantidad de dinero a un fondo común para que sea invertido en una propuesta de inversión concreta. Esta cantidad que se aporta puede no ser igual entre los partícipes, lo que implica que a la hora de repartir beneficios (o asumir pérdidas) se hará en proporción a nuestra participación.
Los fondos acostumbran a tener una gestión profesionalizada (normalmente un banco o una gestora) que diseña una estrategia de inversión que podemos conocer por el folleto descriptivo del fondo (son de información pública y pueden ser consultados en la página de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)). Cada fondo tiene su estrategia, y es por esa razón que se debe leer atentamente el folleto para escoger el fondo cuyo riesgo de inversión nos sea tolerable (invertir en divisas, en renta fija, en renta variable, en derivados, en inmuebles, etc.). Aunque no seamos los que invirtamos directamente (no gestionamos), debemos ser conscientes y comprender en que se van invertir nuestro dinero.
En resumen, los fondos de inversión son instrumentos financieros que nos permiten una diversificación del riesgo así cómo una gestión más profesionalizada de nuestras inversiones.