Muchas personas de diferentes edades ven el acto de trotar como una manera aburrida y fastidiosa para lograr distintos propósitos, siendo el más común de todos ellos el bajar de peso y mejorar su salud, entonces desisten de la idea de ir a trotar pensando en lo “difícil” que es o en lo adoloridos que estarán al día siguiente. Sin embargo, el propósito de este artículo es hacerle ver que trotar es mucho más que un simple ejercicio y que no es tan tedioso si se piensa en lo gratificante que puede llegar a ser si se lleva a cabo sin lograr un fin determinado.
Trotar es gratis, solo hay que saber mover las piernas y pisar adecuadamente para evitar lesiones, se puede hacer en cualquier lugar, desde darle vuelta a la manzana de los vecindarios de su vivienda hasta en la calle o incluso en la playa, al calor del sol y la brisa refrescante del mar. Trotar más allá de ofrecer innumerables beneficios para el cuerpo, tiene otro beneficio muchas veces olvidado: Fortifica la mente. Y es que al trotar entramos en un estado mental ideal, pues nuestro cuerpo percibe muchas sensaciones que llegan del exterior; la temperatura, los sonidos de personas ajenas y objetos alrededor, el gratificante olor de la grama e inclusive el no tan querido aroma del aire de las calles de la ciudad…
Todas estas sensaciones externas la mente las interioriza y hace que nos sintamos parte de ese mundo que se abre a nuestro alrededor, aunque muchas veces no nos demos cuenta, trotar es ser y sentirse libre aunque sea por solo 5 minutos Y es que el hecho de concentrarnos y escuchar nuestra respiración, mantener el ritmo y mirar las sombras y figuras que se ven a lo lejos o se alejan de nuestro recorrido, llena la mente de vitalidad y la hace más fuerte, preparada para cualquier clase de cambio que pueda haber en diferentes actividades que llevamos cada día.
Es por ello que quiero invitarlo a Usted, estimado lector, a que al menos 2 veces a la semana, siéntase parte de eso que llamamos libertad, salga solo (o sola), con amigos, con el perro, con su mejor o peor ropa deportiva, como usted quiera, no importa su edad ni sexo, pero salga y aunque sea por un instante breve,empiece con paso firme, concéntrese en todo aquello que lo rodea y respire, sude, trote, viva…