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ROSALES Y EL PARQUE DEL OESTEEscribía César González Ruano (Madrid 1903-1965) en los lejanos días de los años cincuenta y acerca de los tres paseos madrileños, el del Prado, el de Recoletos y el de La Castellana , que el paseante de Recoletos no transigió jamás con ir a Rosales, paseo que entonces parecía subalterno y menestral. Cómo pasa el tiempo...y cómo cambian las percepciones de la ciudad y sus barrios!Gran degustador de Madrid y respetado por las siguientes generaciones de cronistas, fue un poeta ultraísta a quien le resultaba difícil ocultar un cierto clasismo distinguido pero acaso no era consciente de lo que le atribuyo. Cronista fino y elegante de la Villa de quien conservo su libro, recopilación de artículos, "Caliente Madrid" ( sin doble sentido), le producía frío ver a su amigo el falangista Agustin de Foxá como rótulo en una calle pero no experimentaba similar sentimiento por ver a Eduardo Rosales petrificado en un Paseo.

Hoy, mucho más de medio siglo después, el paseo dedicado a este casi olvidado pintor naturalista de historia, es cualquier cosa menos subalterno. Y mucho menos menestral.
Abierto a uno y otro lado al inicio de la Cuesta de Areneros, sigue mirando al Parque del Oeste desde sus dos torres y media y desde las terrazas de sus edificios de viviendas de alta renta.
Levanto la vista y me quedo con el muy racional-expresionista espectáculo que ofrece el grupo de viviendas, una vez más de los años treinta, en los números 50 - 52 del paseo. Con esa proa esquinada, tan Edificio Carrión, pero con una más florida fachada de ladrillo llena de huecos y balcones tan estratégicamente distribuidos, es un proyecto del arquitecto Ángel Laciana García de 1935.
Me acerco con la cámara porque vale más quedarse con el detalle del diseño de la fachada que ver los autos que pasan por la calzada.Ya con la vista levantada puede uno imaginar el bonito panorama sobre el parque del Oeste del que se puede disfrutar desde las dos torres y un torreón que se levantan en Rosales. Con respecto a la que se alza en la esquina con el paseo de Moret , me ha parecido bien ver sus catorce plantas desde la calzada del paseo de Ruperto Chapí que como continuación del de Camoens, baja hasta la Avenida de Séneca. Y la que hace esquina con la mencionada Cuesta de Areneros, (para quien la prefiera ,calle Marqués de Urquijo) la he apreciado mejor desde más cerca y tengo entendido que se la conoce como torre Bruin (para quien lo recuerde, a sus pies estaba una heladería "Helados Bruin"en los setenta). El torreón con sus siete plantas, entresuelo y pináculo, no me mueve a especial emoción arquitectónica pero es un proyecto del arquitecto Casto Fernández Shaw cuya estación de servicio en Alberto Aguilera con Vallehermoso , recientemente reconstruida, fue y ahora sigue siendo un hito urbano ( en los planos de planta sección y alzado que me robo de donde hay que robarlos, se ve que la característica torre que distingue la estación, nació con vocación de altavoz). De todas formas tampoco me privan la otras dos torres de Rosales pero, lo que digo , deben de tener excelentes vistas. Digo que no me privan, acaso por su proximidad al pastiche aeroherreriano de Moncloa, pero es que tienen ese inconfundible aire Monasterio del Aire. Sí, es eso.Fue un domingo, empezaba el otoño y el parque del Oeste estaba inexplicablemente escaso de visitantes. Era un placer bajar su empinada cuesta, pasar sobre el puente sobre las vías viendo una brumosa línea del cielo madrileño , fotografiar parejas solitarias sobre el césped , distraerse con los regatos artificiales con cascada y considerar la hermosura de este parque madrileño, restaurado tras las cicatrices de la guerra, por la habilidad jardinera de Don Cecilio Rodríguez . Las fotos ayudan.
Y para quién no sepa bien quién era González Ruano poeta, cronista, empedernido fumador y autor de más de veinte mil artículos, incluyo un dibujo que no da más datos que los de su característica fisonomía pero algo es algo. Para los más curiosos , cualquier Wiki