Definitivamente los chicos no queremos ir de compras. No es un tema que nos guste, por norma general, vamos. Cuando necesitamos algo, simplemente vamos y lo compramos. A mucho tardar, una hora entre ir al sitio, comprarlo y volver. Aunque también está el tipo indeciso que no compra nada si trece amigos no le dan el visto bueno antes. Hay de todo en la viña del señor.
Así que, puestos a ir de compras, vamos a buscar soluciones para que sea más agradable para nosotros, ¿no? Las tiendas no piensan en ello y es un craso error. Y a mí que no me gustan nada las mates, esta vez la ecuación es muy sencilla: persona1 quiere ir de compras; persona2 no quiere --> 50% de posibilidades de ir. Que dependiendo de lo calzonazos que sea la persona2, se puede convertir en un 85-95%, pero ese es otro tema.
Primera solución, que aunque sea de perogrullo, no siempre pasa por las mentes pensantes: la persona1 se va sola a comprar, con todo el tiempo que necesite, se prueba todas las cosas que le vengan en gana, etc, etc. Eso sí, sin percha humana que la acompañe, que en ese momento puede estar tranquilamente en casa, digamos, jugando a la consola, durmiendo, aprendiendo macramé o simplemente rascandose la huevada a mano cambiada. O incluso quedar con los amigos para el bonito hábito del cerveceo.
Dado que esta primera solución no es siempre factible sea por lo que sea, las tiendas tienen que pensar en resolver ese 50% que no quiere entrar en las tiendas por "religión". Las ideas son de por sí variadas y con infinitas posibilidades y aquí presentaré algunas propuestas.
Hace cosa de no mucho tiempo, las tiendas empezaron a incluir sofás como "decoración". Muy buena idea, sí señor. Esto permite a la persona2, comunmente llamada acompañante, poder descansar mientras la persona1, también llamada meVoyAProbarLaTiendaEntera, se da sus garbeos por entre las perchas. Esa idea para mí se queda a un paso de ser perfecta. Sólo falta añadirle 3 letras: BAR. ¡Señor Amancio Ortega! ¿Cómo no se le ha ocurrido esto antes? Un rinconcito, con cuatro taburetes, y una máquina de café y otra de cocacolas, birras y "pesis". Incluso algún tigretón. Seguro que ir de compras sería otra cosa.
Otra ide: otro rincón con pantallas de televisión y deportes a tutiplén. Fútbol, baloncesto, rugby si me apuras. Algo con lo que puedas pasar tranquilamente 15 minutos y poder comentar con los improvisados compañeros lo malo que es Fernando Torres o cómo puede ser que Vicente del Bosque sea tan soso teniendo la cara del payaso Krusty.
El sumum ya sería un par de pantallas con unas XBOX o Playstations para jugar entre varios. Veríamos quién sería el que esperaría a quién: ¡vamos al Zara que ya me he probado todo y nada me queda bien (siempre pasa eso)! ¡Ah no, ahora te pruebas esas botas y ese top mientras termino la partida que le voy a meter uno por la escuadra! Incluso se podrían organizar torneos en los centros comerciales: la liga mango, el campeonato zara, los partidazos massimo dutti...
En fin, las chances son interminables, almenos en mi cabeza. Si algún Amancio Ortega me quiere fichar como Director creativo de zonas de captación, estaré encantado de escuchar ofertas. Y rápido, que ya me hago mayor, llevo muchos años en consultoría y la vida son cuatro días!