01 Agosto 1969, San Francisco, California, USA . Protesta anti sujetador en San Francisco. (Image by © Bettmann/CORBIS)
Hagamos un juego. Yo les ofrezco a ustedes unas frases y ustedes me dicen qué anuncia, ofrece, cuenta, sugiere. Luego les diré el objetivo del anuncio.
Primer ejemplo:
“Soy una estudiante. Soy curiosa. Soy decidida. Soy el calor de mi risa”.
Segundo ejemplo:
“No es fácil, me dolía… ¿nos damos otra oportunidad?”
Aunque el primer texto parece sacado de las páginas de la sección de contactos de cualquier periódico, pertenece a un anuncio de una marca de lencería italiana que ha sacado una nueva línea de sujetadores. La idea es que mujeres del mundo cuenten su vida y nos enseñen a qué se dedican…en sujetador y bragas. ¿Lo habían adivinado?
En el caso del segundo, con la referencia sexual de por medio, uno no sabe si pensar en un dildo, un consolador, un lubricante…algo por el estilo. Pues no. Es una famosa crema antihemorroidal y en la escena se ve a una mujer que se sienta en una butaca de cine. ¿Creen que habrán llamado a Pajares y Esteso para parir la ocurrencia?
Yo tengo que confesar que no me gustan ni un pelo. Me hacen dar un respingo. Me parece una manera bastante asquerosa de usar a la mujer en publicidad. Me hace incluso cabrearme y pensar que así nos va…a las mujeres, a los hombres, a la sociedad.
Aunque quizás lo único que pasa es que tengo la mente calenturienta.
Quizás las agencias de publicidad tengan razón y lo único que pasa es que a las mujeres lo que más nos gusta es andar por la vida en sujetador y bragas, entrecerrando los ojos, poniendo morritos y soltando frases ambiguas…eso va a ser.
Forever and ever.
Por cierto, imagino que ni hablar de quemar sujetadores, ¿no?