Irak, antes de la ocupación norteamericana, no era un dechado de democracia precisamente, pero sí uno de los países más prósperos de Oriente Medio, con una buena sanidad pública, infraestructuras y educación. Tras la guerra de ocupación, la ONU encargó a norteamericanos y británicos la responsabilidad de administrar una gran suma de dinero que pertenecía el pueblo iraquí, pero ese dinero se gastó en sólo 14 meses y nadie ha podido saber con certeza donde fueron a parar esos 20.000 millones de dólares. Se muestra que Irak se ha convertido en un lugar libre para el fraude, donde se han enriquecido un número indeterminado de individuos de procedencia norteamericana, personas sin escrúpulos que fueron a Irak a hacer negocios fraudulentos. La autoridad provisional de la coalición no empleó el dinero en la población iraquí, sino en llenar los bolsillos de los extranjeros que iban a hacer negocios, y es precisamente la población de Irak la que está pagando con su vida este enorme fraude.
Fuente vídeo: Documentos TV
Fuente texto: Taringa