Hoy es un día especial, estamos en Karbala, la ciudad sagrada de los chiítas, que celebra su festividad este fin de semana. Salimos del Hotel Coral donde en la misma calle hay un puesto de check point. Parece ser que hay seguridad máxima porque la ciudad ya ha sido atacada varias veces por ser la mayoría chií y en las festividades, sobre todo en el Ashura, los del ISIS ya hicieron de las suyas.
La mezquita del Imán Hussein tiene forma circular y su muro contiene 8 puertas. La puerta principal está rodeada por una torre de reloj decorada con loza dorada y azul.
Tiene una cúpula dorada rodeada por dos minaretes. La capilla contiene 65 galerías, muchas para estudiantes religiosos.
Antes de acceder al complejo de la mezquita de Hussein y su tumba, hay un nuevo control policial para revisar bolsos y realizar cacheos. En otro control en la misma calle, un hombre con un plumero me indica que debo ponerme el chador.
Karbala, conocida por ser el lugar de la Batalla de Karbala en el 680 d.C. y por contener los santuarios del Imán Hussain y Abbas, es venerada como una ciudad sagrada por los musulmanes chiís, al igual que La Meca, Medina y Jerusalén. Anualmente, decenas de millones de chiís visitan Karbala dos veces al año, compitiendo en número de peregrinos con La Meca y Mashad.
El nombre de Kerbala se deriva de una palabra babilónica que significa "sala de oración" y del arameo que significa "Dios", por lo tanto, es el templo de Dios. Los santuarios de Kerbala son objeto de gran veneración.
Los dos Santuarios tienen la particularidad de estar iluminados en color rojo y llama la atención y le da un aspecto diferente a las otras. Hay tantas mujeres que se dirigen al mismo sitio, a la tumba de Hussein Alí. Entro y la emoción me invade pues ver a estas mujeres en su máxima expresión de devoción y fervor hace que una se estremezca aunque una no quiera.
Al salir están tocando música y haciendo desfiles. Unos hombres van tocando tambores aplanados a bastonazo limpio, otros llevan cadenas cortas que van golpeando sus espaldas y otros que cargan sarcófagos de sus familiares muertos.
La mayoría van ataviados de negro con cintas de colores en la cabeza y camisas bordadas. Llegan exhaustos al finalizar la procesión pero siguen cantando a través de los micrófonos mientras otros van recitando plegarias y muchos se golpean el pecho con el puño, incluso lloran y se desesperan.
Pensamos que era la fiesta del Ashura o algo parecido, pero esta se celebra cada 17 de agosto. Preguntando averiguamos que se celebra la muerte de la hija del Profeta.
Los chiís también andan hermanados con todos los chiís del mundo, son unos 1.800.000.000 de musulmanes, de los que 180.000.000 son chiís.
También se solidarizan con los hermanos de Gaza, enviando ayuda y con la convicción que son mártires de la guerra porque atentan contra ellos.
Se sienten identificados con estas víctimas del odio considerándolo un genocidio. Por la noche, continúan cantando e implorando. El chiísmo es la rama más conservadora de la religión del Islam.
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