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Irán descarta conversaciones con EEUU sobre el pacto nuclear en Viena

Publicado el 05 abril 2021 por Joseantortega

El viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, aseguró que su país no tendrá una conversación “ni directa ni indirectamente” con EEUU en Viena. Esto a pesar de que las cinco naciones restantes que firmaron el acuerdo nuclear de 2015 se habían ofrecido como mediadoras para intentar que EEUU vuelva al acuerdo y que Irán cumpla otra vez con los límites de producción nuclear.

El intento más importante que ha habido hasta ahora para que EEUU regrese al pacto nuclear e Irán se comprometa de nuevo a cumplirlo parece cada vez más difícil de cumplirse.

Desde el pasado viernes, las potencias que suscriben el pacto (Reino Unido, China, Francia, Alemania, Rusia) se ofrecieron como mediadoras para que Irán y Estados Unidos tuvieran conversaciones indirectas. Esto es que aunque funcionarios de todos los países estarán el próximo martes 6 de abril en Viena, Austria; el Gobierno estadounidense y el iraní no se reunirán en la misma sala, sino que negociarán a través de los demás países.

Inicialmente, la Administración de Joe Biden reconoció que ese intento era un “paso adelante” y se mostró dispuesto a participar. Irán fue más cauteloso al catalogar como “innecesaria” una reunión entre los dos gobiernos. Y este domingo terminó de cerrar la puerta.

“En Viena, no tendremos conversaciones con los estadounidenses, ni directa ni indirectamente”, aseguró Abbas Araghchi, viceministro de Relaciones Exteriores de Irán y quien viajará a Austria como parte de la delegación iraní. Araghchi ratificó que solo conversarán con los países 4+1, es decir los cuatro que están en el Consejo de Seguridad de la ONU (China, Rusia, Reino Unido y Francia) y con Alemania, todos firmantes del acuerdo nuclear.

“Si los países 4+1 logran persuadir a Estados Unidos por cualquier medio que conozcan, no nos preocupa cómo lo van a hacer, actuaremos en consecuencia. Las conversaciones con 4+1 en Viena serán completamente técnicas”, agregó el viceministro iraní.

La razón por la que Araghchi descartó la posibilidad de una conversación indirecta y por la que dice que los diálogos solo serán técnicos es porque Irán permanece firme en su postura de que Estados Unidos primero tiene que levantar todas las sanciones que tiene en contra del país iraní para luego sí pensar en que Irán vuelva a cumplir de nuevo con el pacto nuclear que firmó en 2015.

Irán rechaza el plan escalonado de EEUU para volver al acuerdo nuclear

Esa ha sido la condición de Irán desde hace unos años y no la ha cambiado a pesar de las declaraciones por parte de Estados Unidos. En su campaña presidencial a la Casa Blanca, Joe Biden prometió que regresaría al país norteamericano al acuerdo nuclear del que Donald Trump se desligó en 2018. Y ahora que está en la Presidencia, su Administración sugirió un plan paso a paso.

De hecho, la vocera adjunta del Departamento de Estado de EE. UU., Jalina Porter, indicó que los diálogos en Viena se enfocarían en “los pasos nucleares que Irán necesitaría tomar para volver al cumplimiento del acuerdo nuclear” y sobre “los pasos de alivio de las sanciones” que Estados Unidos aplica sobre Irán.

Pero el Gobierno persa rechazó de tajo esa idea y reiteró, una vez más, que la única condición que aceptarán es que Washington levante todas las sanciones de manera inmediata. “No tenemos un plan paso a paso ni aceptamos tal plan (…) Creemos que solo hay un paso y es que Estados Unidos debe eliminar todas las sanciones que se volvieron a imponer durante la era del señor Trump contra nosotros, o las que se impusieron recientemente”, indicó Araghchi.

Las sanciones a las que se refiere el viceministro son las que Estados Unidos ha impuesto desde 2018, cuando cambiaron las reglas de juego.

¿Cuáles son las sanciones que reactivó Estados Unidos en contra de Irán?

El acuerdo nuclear, llamado Plan de Acción Integral Conjunto, tenía dos grandes objetivos. Por un lado, Irán se comprometió a que su programa nuclear fuera “exclusivamente pacífico” y por eso aceptó ponerle límites a su capacidad para producir, por ejemplo, armas atómicas. A cambio, el Consejo de Seguridad de la ONU -con Estados Unidos incluido- levantó todas las sanciones contra Irán, las mismas que han contribuido a asfixiar la economía persa.

Ambas partes cumplieron lo pactado hasta 2018. En mayo de ese año, el Gobierno de Donald Trump retiró a su país del pacto internacional y en noviembre reactivó todas las sanciones que tenía contra Irán y que habían quedado suspendidas por el acuerdo nuclear. Así, Estados Unidos sancionó a 50 bancos iraníes y más de 700 personas relacionadas principalmente con la industria naviera.

Además, prohibió otra vez que cualquier empresa o persona estadounidense le venda “directa o indirectamente” tecnología y servicios a Irán o tenga cualquier clase de transacción con el Gobierno iraní.

“Estas son las sanciones más duras que Estados Unidos ha impuesto a Irán y se dirigirán a sectores críticos de la economía de Irán, como la energía, el transporte marítimo y la construcción naval, y los sectores financieros”, declaró en su momento el Departamento del Tesoro de EE. UU.

Pero los golpes no pararon allí. En septiembre de 2020, el Gobierno estadounidense tomó una decisión sin precedentes al reactivar unilateralmente las sanciones que tenía el Consejo de Seguridad contra Irán. Es decir, que impuso otra vez los castigos económicos que se habían suspendido con el pacto nuclear sin consultarlo con los otros cuatro países miembros del máximo organismo de la ONU.

Además, Washington le dijo a todos los países miembro de la ONU que cumplieran con las restricciones y los amenazó con “consecuencias” por parte del Gobierno estadounidense si no las cumplían, como lo dijo el entonces secretario de Estado Mike Pompeo en una declaración.

Las potencias del Consejo de Seguridad no se demoraron en contestar. Francia y Reino Unido firmaron un comunicado con Alemania en el que aseguraban que la imposición por parte de Estados Unidos no tenía un efecto legal. Por su parte, China y Rusia rechazaron la decisión unilateral y apoyaron a Irán.

Pero aunque esa decisión no tuviera una consecuencia legal, en el plano político ya el pacto nuclear estaba afectado y las consecuencias se vieron con la carrera armamentística de Irán. Desde 2019, el Gobierno iraní prometió que superaría el umbral del acuerdo nuclear, que fijaba un tope de 300 kg de uranio enriquecido. Este es el componente fundamental para poder producir energía nuclear y crear armas nucleares.

No solo cumplió su promesa sino que también se extralimitó en el porcentaje de pureza que permite el pacto internacional. Aunque el umbral es de 3,67 %, una parte del uranio enriquecido que está produciendo Irán tiene una pureza del 20 %. Se necesita que esté el 90 % para utilizar el elemento en actividades militares. En otras palabras, el país persa está produciendo uranio altamente enriquecido a una velocidad mayor a la que estaba prevista por el organismo y por las propias leyes iraníes, como lo especificó el más reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

En últimas, tanto las sanciones que reactivó Estados Unidos como la aceleración de la producción nuclear por parte de Irán son las que han torpedeado el cumplimiento del pacto internacional. Ahora, las partes intentan regresar a la mesa para negociar un regreso al acuerdo nuclear, aunque tal como muestran las últimas declaraciones no será un camino fácil de transitar.


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