Irán y Afganistán. Hoy, hace 16 años. 30 de agosto de 2005.

Falsario es el adjetivo más suave que el Partido Popular le dedica a Zapatero por haber afirmado que las tropas españolas están en Afganistán por la misma razón pacifista por la que ordenó que se fueran de Irak nada más llegar al poder.
Botella medio llena o medio vacía: los populares tienen parte de la razón, y los socialistas parte de la suya, por lo que la conclusión la establecerá cada ciudadano. Los políticos, no importa su ideología, siempre dicen verdades y mentiras a medias para resultar beneficiados. Por eso, conviene recordar:
Es cierto, como dice el PP, que si se analizan las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los casos de Irak y Afganistán son prácticamente iguales en este momento. Siendo así, ZP mentiría.
Pero también podría creerse lo contrario. Anteriormente, las resoluciones no eran parejas ni se produjeron simultáneamente: ZP ordenó la salida de Irak antes de la aprobación de la resolución 1.546 del Consejo de Seguridad, que le encomienda a la comunidad internacional apoyar la paz en ese país, “en particular, con fuerzas militares”.
Cuando esa resolución iba a producirse con la firma y el apoyo de España, que entonces era miembro de Consejo de Seguridad, ZP ordenó regresar urgentemente a las tropas.
El repliegue concluyó el 21 de mayo de 2004, veinte días antes de la aprobación del documento de la ONU que implícitamente le pedía a España que siguiera en Irak: Zapatero hizo escapar de estampida a los españoles para tenerlos fuera de Irak cuando eso ocurriera.
¿Miente o no Zapatero?. Con respecto a la actual presencia en Afganistán debe aplicársele igual vara de medir que a Aznar cuando interpretó la resolución 1.511 del Consejo de Seguridad, de 15 de octubre de 2003, como una autorización para mantener tropas de pacificación a Irak.
Aquella resolución aprobaba la presencia de una fuerza internacional en Irak bajo mando estadounidense. Medio llena, medio vacía: como si fueran gemelos, uno con peor y otro con mejor talante, aparentemente, Aznar y Zapatero dijeron verdades a medias y mintieron y mienten, también a medias.