Irene Caruncho, llamada la Adele gallega por su representante, es una cantante con la cara menos inexpresiva que Stephen Hawking.
Su tío le regaló un piano cuando era pequeña y su tía profesora de música, le enseñó solfeo y a tocar el clarinete con la esperanza que dejara de tocar el piano.
Junto a su novio recorre diversos bares de Ferrol. Incluso en algunos actuaron.
Con su versión de Run, de Leona Lewis, entró el el equipo de Malú en La Voz.
Tras ganar el concurso sacó en 2017 con Universal Music llamado Casa en llamas.
Sobre este trabajo, afirmó en su cuenta de Twitter que su primer single (Otra vez), era "una mierda" y que la "habían puesto a grabar descartes de Malú.
Si lo dice ella nos lo ahorra decirlo a nosotros.
Comprobó en sus propias y generosas carnes que las discográficas no se esfuerzan por sacar cosas de calidad sino con prisas sacar pasta. No apuestan por carreras largas y sólidas sino cosas fugaces de donde sacar dinero.
Le dijeron que o grababa eso o no grababa nada.
El disco era más bien descartes del peor disco de Malú. Tampoco ayudó que la discografica no la ayudase a promocionarlo.
Fue sincera se cerró todas las puertas.
El álbum tuvo resultados catastróficos en lo comercial
Tras eso, tuvo la difícil decisión de abandonar la discografica. Bueno no tanta. Con los desastrosos números de venta seguro que la echaron.
Se independizó, llevó un EP al crowdfunding con éxito. Las ventas seguro que no fueron tan exitosas. Como mucho las 30 personas que colaboraron.
Después de eso, la cosa no dio más de sí y solo hace covers en YouTube.
Actualmente solo le queda intentar ir a Eurovisión ya sea por España o Andorra