No son raros los casos de actores y actrices que hacen sus pinitos en el mundo de la canción pero tenemos que reconocer que solo en raras ocasiones consiguen un resultado acorde a lo esperado, lo que es más curioso cuando comprobamos que el camino inverso ha sido recorrido por gran cantidad de cantantes con relativo éxito. El caso que tenemos hoy aquí pertenece a la primera categoría pero tiene mucho de excepcional por la personalidad de sus dos protagonistas. Irene Papas fue, quizá, el prototipo de la actriz griega en el sentido más estricto. No sólo por ser de esa nacionalidad sino porque, pese a su gran proyección internacional, nunca abandonó el teatro clásico llegando a interpretar a los personajes más importantes de la escena del país heleno hasta el punto que cuesta pensar en otra actriz interpretando a Electra, Medea o Antígona.
Aunque no se utilizaron en la película, Irene Papas grabó varias de las canciones escritas por Mikis Theodorakis para “Zorba el Griego” que no se publicaron en disco hasta muchos años después. Seguramente su primera grabación fonográfica sería un disco muy particular grabado por la actriz junto con Vangelis. Por lo que leemos, originalmente se editó en Grecia como un disco a dúo pero en sus ediciones internacionales aparecía firmado por Irene Papas en solitario. Pese a ello, está claro que es un esfuerzo compartido ya que el compositor interpreta todos los instrumentos, como era habitual entonces, y aporta dos piezas propias a un trabajo compuesto en su mayor parte por canciones tradicionales. La actriz había participado años atrás en el polémico “666, the Apocalypse of John” de Aphrodite's Child (aunque en la práctica era un disco de Vangelis al 90%) y desde entonces ambos artistas mantuvieron una gran amistad que se mantuvo hasta el fallecimiento del músico hace poco más de un año. Irene Papas apenas le sobrevivió unos meses así que quizá sea un buen momento para recordar esta confluencia de talentos que llevó el título de "Odes".
“Les 40 Braves” - Abre el disco una espectacular fanfarria sonora de Vangelis que sirve para resaltar la épica del asalto de cuarenta soldados griegos en su intento por reconquistar una ciudad dominada por los turcos en los comienzos del siglo XIX. Tras la introducción escuchamos a Irene Papas cantando la melodía central con los teclados acompañándola al unísono y la ayuda de un espectacular coro que, en términos de la música de Vangelis estaría a medio camino entre los de “Heaven and Hell” y los del posterior “Mask”. Una marcha espectacular que termina como empezó, con el poderoso sonido electrónico del Vangelis de los setenta.
“Neranzoula (Le Petit Oranger)” - En un tono mucho más intimista y cercano a sus músicas para documentales de naturaleza afronta Vangelis el segundo corte. Esta vez la cosa va de atmósferas misteriosas que destacan la interpretación de Irene Papas. Una melodía llena de reminiscencias griegas que se beneficia del sutil tratamiento del músico, con un talento exquisito a la hora de llenar espacios con elementos tan leves como un toque de campana.
“La Danse du Feu” - Llegamos a la que para nosotros es la joya del disco: un instrumental electrónico compuesto por el propio Vangelis que no tiene nada que envidiar a temas similares de su discografía y que encajaría perfectamente en clásicos como “Spiral”. Es una exhibición portentosa en la que sobre una potente secuencia electrónica escuchamos una rápida melodía de buzuki, replicada ora por campanillas, ora por sintetizadores y todo acompañado de una percusión portentosa. Una obra maestra de Vangelis que si no ha alcanzado mayor fama es por pertenecer a un disco más desconocido que los que el propio músico publicó con su nombre en la época. La segunda parte, más tradicional y sin todo el boato electrónico de la primera, es también una preciosidad que anticipa el estilo que el músico adoptaría años más tardes en obras como “El Greco”.
“Les Kolokotronei” - La siguiente canción está dedicada a una de las más destacadas familias griegas a la que pertenecía uno de los héroes de la guerra de la independencia del país que se desarrolló en los años 20 del siglo XIX. Irene Papas interpreta a capella la mayor parte de la canción con una voz y un estilo que hemos creído ver reflejado años después en la maravillosa Lisa Gerrard.
“Le Fleuve” - Volvemos al universo sonoro de Vangelis en la introducción de la siguiente canción, reminiscente de trabajos como “Ignacio” y llena de sutilezas. El tema cantado por Irene Papas tiene algo de ceremonial, como una letanía que se repite una y otra vez y en la que parte de la letra no tiene significado y aparece solo por su encaje fonético. Una pieza muy interesante con toda la esencia del sonido de Vangelis resaltando en todo momento las cualidades vocales de Irene.
“Racines” - Segundo instrumental compuesto por Vangelis aunque completamente alejado del tono del primero. Comienza con un largo tema de flauta interpretado a los teclados por el músico. Tras ello aparece un lento pulso electrónico con cuatro notas sonando lentamente y marcando un ritmo cadencioso sobre el que volvemos a escuchar el buzuki ejecutando un motivo de inspiración tradicional alternándose con el sonido de flauta y con percusiones ocasionales. Una gran pieza ambiental que nos lleva a las dos últimas canciones del trabajo.
“Lamento” - Comienza con una extensa introducción que guarda ciertas similitudes con el tema anterior. Tras ella irrumpe la voz de Irene Papas cantando una melodía triste en consonancia con el título del tema. El ambiente en general es oscuro y mezcla profundas capas de sintetizadores con las tesituras más graves de los instrumentos de cuerda de Vangelis. Es una pieza que perfectamente podría haber sonado en alguna de las oscuras escenas urbanas de “Blade Runner” y no nos extrañaría que el propio músico la tomase como un punto de partida para “Tales of the Future”, la pieza que Demis Roussos interpretaba en esa banda sonora.
“Menousis” - Cierra el disco la canción más alegre del mismo. Desde el comienzo de sintetizadores, festivo y con un tono cercano al de su disco “China” (grabado en aquellos mismos meses) hasta la melodía central en la que la habitualmente profunda voz de la Papas suena jovial y más colorida que en el resto del disco.
La colaboración entre Vangelis e Irene Papas continuó durante muchos años. Fruto de ella se publicó un segundo disco pero como sucede con la mayoría de la música del griego, la mayor parte de los trabajos que hicieron juntos permanece inédita y es que Vangelis compuso música para varias obras de teatro de la actriz como “Las Troyanas”, “Antígona” o “Medea”. En cualquier caso, la actriz no se prodigó mucho más como cantante pese a que con “Odes” nos regaló un disco magnífico que, además, es uno de los trabajos que no pueden faltar en la discoteca de cualquier seguidor de Vangelis. Como curiosidad, los textos que canta Irene Papas están adaptados por Ariana Stasinopoulos, un nombre que quizá no nos diga nada si no reparamos en que su apellido de casada es Huffington. Efectivamente, se trata de la fundadora de “The Huffington Post”, el influyente portal de noticias creado en 2005.