Revista Cultura y Ocio
POR ESTA VEZ
A veces, sólo a veces.
Y sin que sirva de precedente a todas mis cartas de
prepotencia, y falso apoyo moral.
Hay que sentarse en el suelo.
Masturbar fondo.
Escuchar cómo se rompen uno a uno todos los huesos,
y parar.
Por si no son los nuestros.
Rezar a los que no creemos
exista o no.
Vencernos y darnos por jodidos
sin que acabe en corrida.
Pero sí en huida.
Y entonces llenar el otoño de lágrimas
y asumir que
nos hemos ahogado antes de tirarnos a la piscina.
EL SEXO DE LAS FLORES
Qué quieres que te digapodría escribir por encima de los que me levantan la vozy sin embargono creo que nadie esté a la altura para llegar a ellaporque el tiempo no cura todopero el silencio acaricia todomi vidano estoy lo suficientemente tristepara lo muchísimo que fumoy no veo que el humo haga desaparecer el recuerdopero por lo menos lo mancha de risaque es un color precioso.Hace ya unos años que me juré no cumpli másy por el contrario esto de la inmortalidadme está sabiendo más a tumba que nuncaRecibo demasiadas flores para creer que sigo vivay todos los cementerios tienen jardinesy eso dice mucho de los que enferman deshojando margaritaspero muy poco de mí.La genteque no es ni esocada día tiene más cuento y menos historiapero qué te voy a contar a tique no me hayas contado antes para que me quede dormida.Todavía nos aferramos a eso del amor de nuestra viday eso que tenemos sietey eso que más que gatos somos idiotas y un poco adictos alrenovarse o mentiry un poco yonkis de la piel y unos putos enamorados del fríocon lo bonito que sería que el sol no quemasejoderQue no es tristeza por vicioprecipicioQue tenemos unas alasmuymuy de puta madreperomuymuy poquitasganas de echar a volar.
Irene X. El sexo de la risa. Editorial Origami, primera edición: septiembre 2013. Cubierta: Julia D. Velázquez. Ilustraciones: Albert Solóviev.