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Irlanda de cine

Por Maletas@sinrumbo
Irlanda de cine

Irlanda de cine

Durante años la Isla Esmeralda ha sido elegida como el escenario para rodaje de películas, series y cortometrajes. Su naturaleza, sus enclaves históricos y su fascinante arquitectura la han convertido en un plató ideal que ha conquistado incluso a Hollywood.

Braveheart’ lleva esencia irlandesa entre sus fotogramas: la Torre del Homenaje del Castillo King John, en Trim, Condado de Meath; el Castillo de Dunsoghly, en el Condado de Dublín; las montañas y los bosques del Condado de Wicklow o la Abadía de Bective, situada también en el condado de Meath. Parte de la espectacularidad de esta película se debe a la belleza del paisaje irlandés, al igual que sucede en ‘Salvar al soldado Ryan’, cuyo campo de batalla fue recreado en una playa irlandesa. En lugar de tener como escenario la costa de Normandía, Steven Spielberg rodó los 30 primeros minutos de su película en la playa de Curracloe, un precioso enclave en el Condado de Wexford, en cuyos valles se grabaron otras escenas de la misma película.

Los grandes éxitos cinematográficos con acento irlandés continúan con ‘Michael Collins’, rodada en el Dublín monumental; ‘Educando a Rita’, en la que Dublín y su Trinity Collegesirven de escenario para el romance de Michael Caine y Julie Walters; ‘Juego de Lágrimas’, cuya escena del carnaval se centra en Bettystown, Condado de Meath; ‘Excalibur’, rodada en los condados de Kerry, Tipperary y Wicklow; ‘La princesa prometida’, que inmortaliza los Acantilados de Moher, en el Condado de Clare, o ‘Once’, que encuentra en las calles de Dublín el escenario ideal para dar forma a una historia de amor entre dos músicos.

Otro de los grandes exponentes de este bagaje fílmico es ‘El hombre tranquilo’, rodada en 1952, que le proporcionó a John Ford el cuarto Óscar de su carrera. Rodada en el pueblo de Cong, en Connemara, Condado de Galway, muestra uno de los paisajes más hermosos de la isla, con sus montañas verdes y su ambiente brumoso en el que siempre hay tiempo para cerveza negra, música irlandesa y una agradable charla en gaélico. Todavía hoy se pueden visitar algunos lugares del rodaje, como parte de una ruta por este condado caracterizada por muchos enclaves únicos: las ruinas de la iglesia de Cong Abbey, de principios del siglo XVIII; el castillo de Ashford, antigua residencia de la familia cervecera Guinness, y, en general, las dos mil hectáreas salpicadas de montes, lagos y praderas verdes típicas irlandesas, en el Parque Nacional de Connemara.

No sólo los grandes directores de largometrajes se han fijado en Irlanda. Más allá de la gran pantalla, son muchas las producciones de televisión que han encontrado en Irlanda su bandera. Una de éstas es ‘Los Tudor’, cuyo rodaje se ha centrado en lugares como el Castillo de Dublín, el inmenso Parque Phoenix o la cárcel de Kilmainham, hoy convertida en museo, donde también se rodaron escenas de ‘En el nombre del Padre’. Por su parte, la alabada ‘Juego de Tronos’ nos lleva a los maravillosos paisajes de Irlanda del Norte, como las Montañas Mourne, el bosque Tollymore o el Castle Ward, en el Condado de Down, con los que ha conquistado a espectadores de todo el mundo.

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