Revista Cine

Iron Man, el Cristo de Marvel

Publicado el 24 septiembre 2013 por Lord_pengallan
Leyendo el 1º nº de la etapa de Gillen en Iron Man me surgió esta idea. No os lo comenté porque era una intuición. Poco podía decir salvo que me daba esa impresión. Ahora, tras leer la grapa 32 del vol. IV (nº 11 vol. V EE.UU.), la cosa está bien clara. Iron Man es el Cristo de Marvel, falta por ver hasta donde llegará su mesianismo.
Iron Man, el Cristo de Marvel
La elección de Iron Man para este papel naturalmente no es orgánica. Tener la misión de sacar a los comics Marvel de su travesía en el desierto y devolverles a la Tierra Prometida, cuando el mainstream interesaba a más de 4, no se ha debido a la calidad de sus comics más recientes o a una historia pergeñada en las oficinas de los comics Marvel, sino a su popularidad cinematográfica. Porque ha triunfado en el Cine a Iron Man le ha tocado ser el Cristo de Marvel. Naturalmente esta fama no es fortuita, si este personaje ha triunfado donde los demás han fracasado se debe a que es el que mejor conecta con la chavalería actual. Como es el personaje tecnológico de Marvel está mucho más en las onda que los viejos héroes de acción como el Capitán América, los antiguos guerreros como Thor, los atribulados jóvenes como Spiderman, los monstruos modernos como Hulk, los rancios justicieros como Punisher y las singulares rarezas como Daredevil. Iron Man lo ha petado porque la tecnología es más popular que nunca. De ahí la promoción del latas en el Universo Marvel empujada por la eclosión de la nueva temática de Marvel, la Ciencia Ficción, que sustituye, menos mal, a la de espionaje-noir traído por Bendis y defendido por Brubaker. 
A la Marvel de ahora súbitamente le ha interesado el Espacio y han decidido enviar allí a Iron Man, aunque es un personaje que se ha relacionado poco con lo extraterrestre, no porque sea el nuevo Lobezno sino porque ha sido elegido para que traiga una nueva era a los comics Marvel. Es por eso que, en contra de la opinión de J. M. Clemente, se le ha dotado de un nuevo origen. El que había era demasiado vulgar y mediocre para pasar por el nacimiento de un mesías. Así, Gillen se ha montado una arquetípica historia que da un nuevo sentido al personaje SIN alterar todo lo anterior, al menos de momento, y relacionándolo con la nueva ristra de eventos que nos vamos a comer en el futuro inmediato. Los imperios del Cosmos están empezando a estudiar la Tierra. ¿Qué ven? Lo grande que está a punto de ser. Y eso les da miedo y por eso la aplastarán. Todo esto parece relacionado con lo que Hikcman está contando en los Vengatas y Bendis en los Guardianes y lo que Marvel nos permite vislumbrar del futuro. El Universo Marvel parece a punto de cambiar y para ello necesita un Cristo, no en vano EE.UU. es un estado muy cristiano. Este es Iron Man porque es la tecnología. El crecimiento tecnológico es la única forma de salvación que han discurrido las cabezas pensantes de los comics Marvel y, como miembros de una cultura cristiana, esto sólo se puede producir por la acción de un sujeto. Sólo un humano providencial puede elevar la civilización terrestre, que merece salvarse porque la Tierra Marvel es al Universo Marvel lo que EE.UU. es a la Tierra, la mejor esperanza. Así, como la Ciencia es la nueva religión, el Espíritu Santo es la tecnología, el ángel anunciador es un extraterrestre y la madre, aunque humana, ya no es virgen. Así, tras este cómic la fantaciencia marvelita tiene su origen en Iron Man. Podrían haber sido Reed Richards o Banner pero sus pelis no triunfaron así que le ha tocado a Stark ser el hombre que hizo del mundo lo que es. Resulta que la pulsión inconsciente de Stark por construir armas no es porque en EE.UU. da mucho dinero y es patriótico sino porque eso permitirá a la Tierra enfrentarse a sus enemigos espaciales del futuro. 
Por qué todo esto ahora? Pues creo que primero porque la grapa cada día es algo más del pasado (aunque no por sí misma sino por las rígidas reglas mercantiles actuales y el conservadurismo de las editoriales) y porque la percepción estadounidense del mundo ha cambiado mucho en el siglo XXI por sus numerosos tropezones. En los sectores contestatarios se ha desarrollado la idea de que los superhéroes expresan la ideología conservadora estadounidense. En general es así, en concreto depende porque hay millones de comics y cientos de autores. El caso es que el intervencionismo ha sido el leitmotiv de la política estadounidense desde su victoria en la Segunda Guerra Mundial. El Conflicto de Vietnam enfrió ese complejo pero el derrumbe del comunismo le volvió a envalentonar hasta que el fanatismo musulmán y la oposición europea ha hecho añicos el optimismo y la soberbia que había tras ese intervencionismo. Así, ahora los superhéroes han pasado a la defensiva. Ahora los problemas están dentro. Las paupérrimas ventas de comics superheroicos, ridiculizadas por el éxito cinematográfico de sus protagonistas, la antipatía internacional hacia EE.UU. y el estrechamiento de la brecha tecnológica (EE.UU. ha dejado de llevar años de ventaja sobre el resto de estados) ha hecho que ahora los superhéroes no intervengan o ignoren su entorno sino que se defiendan. Es tal su sentimiento de acoso que claman por un Cristo que les salve.
Lo interesante de esto es si lo hará. Será Stark el mesías que fueron los 4 Fantáticos de Lee&Kirby para el género superhéroico en los 60? Será el nuevo Superman? Lo cierto es que Iron Man no es una cole superventas y está pasando desapercibida por el núcleo duro del fandom. Pero para mi el principal escollo no es el dinero sino que si Marvel lleva la narrativa cristológica a sus últimas consecuencias la Tierra Marvel dejará de ser parecida a la nuestra. Si la fantaciencia marvelita se extiende por esta, es decir los supercachivaches dejan de ser una exclusiva de supertipos, multinacionales y organizaciones criminales, el realismo, las Tablas de la Ley, que establecieron Lee&Kirby se acabaría y Marvel se metería en un cenagal. Por una parte predecir la tecnología del futuro siempre se la ha dado mal al hombre y por la otra la identificación del lector provinciano, el mayoritario, se perdería. Las editoriales siempre han evitado este cenagal porque son conscientes de que si se evaden de la realidad esta las deja de lado. Por eso nunca han dejado que los superhéroes cambien sustancialmente las cosas. El mejor ejemplo es la cole Wildcats de Casey, cuando este comenzó a hacer que los superhéroes cambiasen el mundo con su tecnología avanzada, la serie se canceló por las ventas. A pocos estadounidenses les interesaba entrar en la Ciencia Ficción pura y dura. Así pues, creo interesante ver hasta dónde llega Gillen. Cuál es el margen de maniobra que le dejarán tanto la editorial como los fans? Creo que se le dejará ir lo más lejos que quiera para luego si te he visto no me acuerdo. Precedentes tales como los New X-Men de Morrison y Dinastía de M, cambio las cosas radicalmente para luego tener años para contar historias que lo deshagan, me hacen pensarlo si bien Marvel está huyendo hacia delante con Spiderman en vez de hacia atrás.

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