Juan Carlos Santana Novoa servía al régimen mientras que sus dos hijos hacían vida en Estados Unidos, uno de los cuales llegó al país hace menos de un año. Es la misma actitud del resto de la cúpula, cuya descendencia prefiere vivir en el exterior
Así como lo han hecho miles de deportistas y otros civiles cubanos, Juan Carlos Santana Novoa, viceministro de Trabajo y Seguridad Social de la dictadura, fue quien decidió huir para pedir asilo en Estados Unidos. Según documentos judiciales, lo solicitó en la frontera de Nogales, Arizona, usando el sistema de citas CBP One, creado por el gobierno de Joe Biden.
A partir de ahora, el viceministro cubano se asentará en Florida, de acuerdo con la información a la que accedió Martí Noticias. A eso hay que añadirle una próxima audiencia preliminar en la corte el 21 de agosto de 2026, la cual se celebrará en Orlando, Florida. Su llegada a suelo estadounidense no solo significa su renuncia a la ideología castrista, sino que demuestra una vez más cómo el modelo comunista cubano languidece al punto que ni siquiera dentro de sus filas pueden sostener el discurso antiimperialista y anticapitalista.
Santana Novoa servía al régimen mientras que sus dos hijos hacían vida en Estados Unidos, uno de los cuales llegó al país hace menos de un año. Es la misma actitud de la cúpula cubana, cuya descendencia prefiere vivir en el exterior en lugar de quedarse a experimentar el desastre que deja la dictadura fundada por los hermanos Castro. Es justamente esta doble moral la que reclaman varios congresistas desde el Capitolio.
Funcionarios cubanos huyen en estampida
Se sabe que el viceministro de trabajo y seguridad social aprovechó su viaje a un evento en la Ciudad de México. Luego, en lugar de regresar a Cuba, decidió ir hasta el estado de Sonora y cruzar por la frontera sur de EE. UU.
Desde La Habana no hay pronunciamiento oficial, lo que guarda toda lógica ante la falta de justificaciones que pueden dar públicamente por la huida de Santana. De hecho, el castrismo debe muchas explicaciones ya que son varios funcionarios lo que han huido en los últimos meses. Por ejemplo, la juez Melody González llegó a EE. UU. el pasado 30 de mayo pasado como beneficiaria del programa de parole humanitario. Irónicamente, privó de libertad a cuatro jóvenes cubanos por el supuesto delito de atentado, a pesar de que testigos negaron haberlos visto en el lugar de los hechos.
Otra es Rosabel Roca Sampedro, una exfiscal de la isla que aplicó condenas contra personas que protestaron el 11 de julio de 2021 en Camagüey. Ingresó EE. UU. con una cita de CBP One el pasado 15 de julio. El listado es mucho más largo y también plantea una cuestión moral por funcionarios serviles al castrismo que dejaron a su paso vidas destruidas a cambio de la indulgencia del régimen que hoy dirige Miguel Díaz-Canel.
Pedir asilo al "imperio"
Ni a Santana, Sampedro o González les pesa irse al exilio a pesar de sus actividades en la política cubana. Por eso congresistas republicanos se encargan de recordárselo tal como hace María Elvira Salazar, pidiendo, adicionalmente, respuestas a la Administración Biden.
"En vez de buscar refugio en Venezuela, Nicaragua o Corea del Norte, los defensores del comunismo cubano le tocan la puerta al 'imperio capitalista', y lamentablemente la administración Biden-Harris los dejan entrar", indica una carta enviada al canal . Ciertamente, estos funcionarios se dieron cuenta que las mieles del socialismo no son más que espejismos. La propia juez Melody González renegó del Partido Comunista durante su audiencia ante la corte de inmigración.
En Venezuela, exministros chavistas pueden contar la misma historia de deserción tras años de fanatismo y militancia.
Origen: Panam Post.com