Irresponsabilidad de piloto tras otro helicóptero siniestrado

Una mala maniobra dañó el helicóptero de Gallardo

Es la nave que alquila la provincia. El piloto erró al aterrizar y el rotor de cola terminó destrozado al tocar una farola. Estará al menos un mes fuera de servicio.Por Raúl Tapia - Diario De CuyoEl helicóptero Bell UH-1B que el piloto Walter Gallardo le alquila al Gobierno provincial, terminó ayer dañado en un accidente de aterrizaje en el hangar de Pocito. Gabriel Gallardo, hijo del dueño, explicó que el piloto Pablo Sladik quería acomodar la aeronave a baja altura, pero hizo una mala maniobra y el rotor de cola alcanzó una farola ubicada a metros de la plataforma de aterrizaje. Por fortuna, el piloto y personal del predio salieron ilesos, pero ahora el helicóptero estará fuera de servicio por lo menos un mes.
La nave siniestrada ayer es la misma que trasladó gravemente herido al gobernador José Luis Gioja tras el trágico accidente aéreo del 11 de octubre pasado en Valle Fértil (ver aparte). Así, ya son tres los helicópteros utilizados por el Gobierno que terminaron dañados en un año y tres meses. Curiosamente, el primero de esos siniestros aéreos también lo protagonizó Sladik el 1 de febrero de 2013. Aquella vez, el piloto y un gendarme resultaron heridos cuando una ráfaga de viento los hizo estrellarse en la cordillera mientras realizaban un operativo en la zona denominada Trincheras de Soler, entre Álvarez Condarco y Las Frías, en Calingasta.
Gabriel Gallardo explicó que ayer a las 15.30 Sladik salió a hacer un vuelo de prueba para ver cómo había quedado el Bell UH-1B después de realizarle tareas de mantenimiento. Al regreso de ese viaje fue cuando ocurrió el accidente. El hijo del dueño del helicóptero contó que el piloto ingresó de Oeste a Este para aterrizar en una plataforma situada a metros del hangar y como no quería obstaculizar la pista a los aviones, quedó sobrevolando a 1 metro del piso para acomodar la nariz de la aeronave hacia el Sur. Mientras realizaba el giro, la cola chocó contra una columna metálica con dos reflectores y la hélice trasera salió arrancada de cuajo.
La nave se puso de costado y cayó al piso, dañando uno de los esquíes. El fuselaje resultó intacto. Tras la caída, Sladik salió caminando por sus propios medios. ‘Todo fue por un mal cálculo. Por suerte nadie salió herido y la aeronave tuvo daños menores. En unas horas llegan los mecánicos de Bell para evaluar los daños, pero calculamos que va a estar fuera de servicio al menos un mes’, dijo Gallardo.