Revista Libros

Irving

Publicado el 09 julio 2010 por Jcercas

IrvingLa última noche en Twisted River
De John Irving se ha valorado siempre su declaración de guerra al aburrimiento, se ha pasado por alto una y otra vez su tendencia a la extravagancia porque era el precio por sorprender, se ha transigido con el pansexualismo de sus personajes porque vende y se ha calificado la patente inmoralidad de sus historias como valiente sinceridad antipuritana.
Todo esto vuelve a aparecer en este último libro que cuenta la vida de Dominic y su hijo Danny. Un homicidio involuntario les lleva a huir de un aserradero y serán perseguidos durante cincuenta años ayudados siempre por su amigo Ketchum. Cambiarán varias veces de nombre y de ciudad y de trabajo. El mensaje es la fuerza de la amistad y de la sangre: si tienes eso no necesitas más.
Los tres personajes principales son incapaces de relaciones estables y las mujeres entran y salen de sus vidas por docenas. Nunca confluyen amor, sexo y compromiso en el mismo plano y todos tienen el mismo sentido de lealtad que los animales. El autor parece que quiere provocar y reirse de todo, dejando a sus personajes en un estadio de procacidad primaria y prerracional. Todo esto hace imposible tomarse en serio la historia y ahoga las cosas buenas de este escritor, como son su dominio de la estructura de la narración, su manejo de los tiempos y su original modo de hacer avanzar cada una de las seis largas partes de esta novela a modo de espiral hasta abarcar todo el periodo. Los hechos se van desplegando en oleadas concéntricas que van y vienen en el tiempo.
Danny se hace escritor de éxito y Ketchum le aconseja "valentía": "tienes que hundir la nariz en lo peor e imaginarlo todo". Esta parece ser la consigna de las novelas de Irving.
No me parece un escritor de primer nivel.


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