Año: 2017
Ilustraciones: Javier Rubín Grassa
Editorial: Autopublicado
Género: Poesía
Valoración: Está bien
De enfriar cafés a calentar almohadas
Isaac Pachón no necesita ser presentado en esta web. Hace justamente un año publicamos una reseña de su primera obra en solitario, Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café. Un poco después, como pistoletazo de salida al Book Blog Tour que organizó el verano pasado (y que tuvo pendientes de él a gran cantidad de blog literarios durante nada más y nada menos que dos meses), publicamos esta entrevista.
Y ahora, cuando ya se ha asentado como uno de los nombres a seguir la pista en el mundo de la autoedición en castellano, vuelve con Buscando el lado frío de la almohada, obra con la que nos sorprende: es un libro de poesía ilustrado. Y es que parece que no existe reto que este autor no esté dispuesto a aceptar.
Buscando el frío de la almohada nos presenta el insomnio de una noche de desamor. El autor va narrando las sensaciones que va experimentando a lo largo de esa noche, hilando una historia a lo largo de las horas. Los poemas, divididos a lo largo de las páginas por las horas en los que fueron escritos (o pensados, o recordados, o sufridos), conforman una estructura original y, cuanto menos, curiosa.
"dibujar poesía en tu trasero
y llenar de palabras
tu espalda
hacerte el amor con
los dedos
marcar con tacto indeleble
tu cuerpo
sin seguir las pautas
escribir con buena letra
que fuiste mi papel
en blanco
y yo
tu aprendiz de poeta"
Claridad y cercanía como sello
La intención del autor, al menos una de ellas, es traspasarle al lector las sensaciones febriles de una noche en vela, como es de suponer que muchos de nosotros habremos pasado. Con esto se corre el riesgo de caer en la repetición temática, pero Pachón juega en todo momento con la complicidad del lector. Además, cuenta con otras armas contundentes como la claridad del mensaje y la cercanía del lenguaje, lo cual es ideal para que no solo los amantes de la poesía puedan disfrutar de Buscando el lado frío de la almohada.
"te prometí
que envejeceríamos juntos
y lo cumpliré
vaya si lo cumpliré
aunque tú
jamás lo sepas"
El ritmo de la mayoría de los textos es ágil, plástico, frenético. Ya usé antes este adjetivo, pero creo apropiado asignárselo a la totalidad del libro: febril. Es un libro febril, tanto en el fondo como en las formas.
Y aunque el autor ha optado por una escritura clara y sencilla, la temática es profunda; todo lo profunda que puede llegar a ser la "cosa amorosa". En ocasiones, es de valorar el enfrentarse a temas complejos a pecho descubierto, utilizando un lenguaje cercano y poco contaminado con exceso de filigranas. No es el primero que lo intenta, pero consigue su objetivo de acercar emociones poderosas al lector.
"tengo miedo
[...] miedo por lo que pienso
miedo por lo que soy
miedo porque ya me fui contigo
y todavía no he vuelto"
Y como no podía ser de otra forma en Isaac Pachón, que desde el principio ha demostrado un excelente gusto por la imagen y el diseño, ha sabido rodearse de profesionales como Luis Cuevas o, sobre todo, el ilustrador Javier Rubín Grassa, autor de los dibujos que mostramos en este artículo.
Para finalizar, tengo que agradecer a mi compañero Víctor Briones, que fue el encargado de la primera corrección de estilo de este libro, que me ha ayudado con las claves del texto para realizar la reseña.
Y también os dejo el vídeo que le dediqué a Isaac Pachón como forma de celebrar su fenomenal gestión de la producción, distribución y venta de su obra. Le hice un hueco en el Salón de la fama de la autoedición y se lo merece.