Alcázar de Segovia. Isabel vivió allí en diferentes periodos de su vida.
Lo cierto es que la serie “Isabel” se rodó. Y estaba dispuesta a dar un punto de vista diferente sobre la reina más famosa de nuestra Historia. Querían centrarse en la persona, en la lucha de esa mujer por llevar las riendas de su destino en un mundo de hombres. Querían mostrarnos cómo la chiquilla apegada a su madre llegó a convertirse en la reina que cambió el rumbo de la Historia de nuestro país. Pero no lo tenían fácil, precisamente por sus luces y sus sombras. Además la época histórica era especialmente compleja de relatar por todos los frentes abiertos que mantuvieron y corrían el peligro de que a los espectadores de hoy en día les pudiera parecer aburrida, tediosa o incomprensible.Lo cierto es que, a pesar de haber sido rodada, la serie “Isabel” se mantuvo guardada en un cajón, en la nevera, a la espera de no se sabía muy bien qué. Tanto tiempo pasó que los propios actores reivindicaron su trabajo y salieron a la palestra a pedir que su serie se emitiera. De hecho, aunque la serie estaba concebida para tener tres temporadas, y solo se había grabado una, se pensó hasta en destruir los decorados.La serie empezó a emitirse algún tiempo después con el título: “Isabel. Los años jóvenes de una reina”. Su primera escena fue la muerte de Enrique IV y la coronación de Isabel como reina de Castilla, para luego hacer un flashback hasta la adolescencia de la protagonista. Esto hizo que los espectadores pensáramos que la serie iba a contar solo esa época de su vida. Pero nos equivocamos. En seguida, bien por seguir el plan previsto, bien por el éxito obtenido, se comienza a grabar la segunda temporada donde se narra la Guerra de Sucesión Castellana, la conquista de Granada y hace su aparición en escena Cristóbal Colón. Para entonces, el subtítulo de la serie había desaparecido. En la tercera veremos la gran aventura colombina y la fragilidad de los éxitos conseguidos, los matrimonios de sus hijos y la desgraciada suerte de su familia, para terminar en la locura de Juana y la muerte de Isabel.Salón del trono en el Alcázar de Segovia.
La serie nos ha hecho ver que no conocíamos tanto la historia como pensábamos, que la realidad supera a la ficción y que ninguna ficción nos hubiese hecho creer que tales acontecimientos pudieran ser verosímiles.Evidentemente no todo puede ser histórico, hay conversaciones de las que no podemos saber y detalles íntimos que no han llegado hasta nosotros. Los guionistas no han ocultado que alguna vez han tenido que recurrir a la fabulación para completar lagunas, para captar el interés del público y que se han tomado alguna que otra licencia. Sorprende saber que dos de los momentos más románticos de la serie no tienen nada de ficticios. Histórico fue el hecho de que Fernando, para cruzar la frontera de Castilla y reunirse con su ya prometida, tuvo que disfrazarse de mozo de mulas y hacer parte del viaje como un sirviente. Igualmente histórico fue el momento en que Isabel, que aún no conocía el rostro de Fernando, lo buscaba con la mirada en mitad de una fiesta y Cárdenas le susurraba un “ese es, ese es” que recogen las crónicas.A pesar de que haya hechos que entonces se juzgaban normales y hoy serían considerados crueles, Isabel, en general, sale bastante bien parada. Tampoco se nos ha querido ocultar el carácter de Fernando que, no en vano, inspiró a Maquiavelo su famosa obra “El Príncipe”."Tanto Monta" lema de los Reyes Católicos que se encuentra en muchos edificios de nuestra geografía.
Esta foto pertenece a la Aljafería (Zaragoza).