Isabel Zapardiez con su colección de Alta Costura 2019 "Touché" presentada en la Barcelona Bridal Week nos toca directamente el corazón

Isabel Zapardiez se inspira en el arte de la esgrima y en todo el mundo simbólico que le sugiere para crear una colección llena de sofisticación con una gran riqueza estética, para una mujer luchadora que se enfrenta a la vida con elegancia y fuerza a la vez. Así es la nueva colección de vestidos de novia y de fiesta de esta gran diseñadora que ha presentado en la Barcelona Bridal Fashion Week de este año. TOUCHÉ es pasión y es conflicto, es una actitud de lucha constante; combinando movimientos de ataque y de búsqueda de protección. En este contexto, la mujer que presenta Isabel Zapardiez se mueve entre la funcionalidad de los detalles prácticos cotidianos y una gran fuerza expresiva.  Detalles como el uso de originales riñoneras, en sintonía con el espíritu más fresco y práctico de las novias que no quieren renunciar a llevar su pequeño mundo consigo. Estos elementos se integran en una imagen muy depurada que se despliega en propuestas muy variadas, caracterizadas por la diversidad de tejidos y la profusión de bordados.  Isabel Zapardiez da un paso adelante en su evolución y su búsqueda creativa, presentando una colección de espíritu vanguardista. Se plasma en la destreza técnica del patronaje, en el movimiento de los tejidos y la generación de texturas, en las técnicas de bordado, en la experimentación con los materiales sacándolos de su contexto habitual y reinterpretándolos… profundiza en su traslación de las hechuras clásicas al mundo nupcial, con tejidos muy festivos, hilaturas metálicas…  La colección 2019 la integran 30 looks en los que todos los elementos están diseñados por la marca. Las propuestas alternan diseños de novia y de ocasiones especiales en una secuencia de interpretación abierta, donde cada prenda puede utilizarse para uno u otro fin, en función del interés y el gusto de quien lo lleva.  Las prendas protectoras se interpretan en el universo Couture a través de bordados profusos y complejos que dotan de rigidez o texturas a ciertas partes de los diseños. El uso de los hilos metálicos y los tejidos brillantes les dan un énfasis especial, completando la sensación. Se incluyen piezas especiales completamente bordadas, así como una versión de una cazadora de esgrima realiza en lamé y tul bordado.  Las máscaras de esgrima se transforman en originales tocados que salpican las propuestas. Las manos se enfundan con la primera colección de guantes de la marca. Como pinceladas de colorida funcionalidad, las riñoneras coordinadas. Y rematando los looks, impactantes stilettos con tacón en forma de florete. Todo apunta a una mujer con una presencia impactante.  “Es una mujer con mucho glamour y que pisa fuerte, desprende energía sin agresividad, y a la vez se preocupa de los pequeños detalles prácticos.” Se alternan los tejidos naturales como sedas, organzas, gasas, tules, con el punto de lana, las plumas y tejidos brillantes como el lamé, que aporta pinceladas de luz, mostrando la pluralidad de la mujer.  En cuanto a las formas, abundan los cortes arquitectónicos y las líneas rectas en las prendas, pero buscando también volúmenes significativos que contrastan. Destaca esta sensación de volumen, que se consigue a través de la selección y combinación de las telas y la profusión de los bordados.  La técnica del bordado, con complejos diseños y diversidad de materiales aportan singularidad y espectacularidad a los diseños. Son bordados realizados con perlas, aplicaciones y originales procedimientos, como la usada en una chaqueta bordada con pequeñas piezas de telas recortadas en círculos y dobladas sobre sí mismas. Se remarcan las mangas y los cuellos con lazos y otros elementos como la utilización del cuello Perkins.  En cuanto a las prendas, Isabel Zapardiez sigue llevando al look nupcial y a su universo Couture prendas habituales del vestuario femenino como los monos, las faldas o los abrigos, que son una constante en sus últimas colecciones. Se incluyen piezas como un trench en lamé tecnológico y un abrigo largo de punto, que comparten protagonismo con vestidos clásicos de inspiración años 50. Un vestido corte de crep de lana envuelto en una innovadora capa y rematado con guantes altos dibuja un matiz de novia “Lady”.  En la paleta de colores destaca la gama de blancos que evoluciona hasta llegar al beige y el dorado. Se combinan con distintas gamas del rosa, desde el rosa pálido hasta el rosa chicle. Aparecen también estampados geométricos en estos colores, incluyendo también el negro. La novia Isabel Zapardiez “Es una mujer con mucho glamour y que pisa fuerte, desprende energía sin agresividad, y a la vez se preocupa de los pequeños detalles prácticos.”

































Fotos: Barcelona Bridal Fashion Week