Revista Libros

Isla de Nam - Pilar Alberdi

Publicado el 07 enero 2012 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo
Isla de Nam - Pilar AlberdiPublicación: Almería: Círculo rojo, 2011
Edición: 1ª edición
Descripción física: 72 p.; 21 cm.
ISBN: 978-84-9991-323-0
CDU: 821.134.2(82)-32"19"
Signatura: N ALB isl
Precio: 12 euros en la librería de la editorial Círculo rojo
ISLA DE NAM, ISLA DE LOS SUEÑOS...
Hace algunos días, LAKY se puso en contacto conmigo para decirme que, si me apetecía leer Isla de Nam, su autora se había ofrecido a hacer llegar algunos ejemplares a quienes estuvieran interesados. Así que escribí a Pilar Alberdi, que me ofreció muy amablemente un ejemplar dedicado para mí, y además me dijo que me podía hacer llegar otro por si quería sortearlo en el blog; eso sí, me hizo prometer que lo reseñaría sólo si me gustaba; y que si lo hacía, no contara el final.
 Y así fue como llegó a mis manos este libro, el segundo de este 2012, y que tenía tantas ganas de leer desde que supe de él precisamente a través del blog de LAKY.

Argumento y personajes


La historia de Isla de Nam está contada por Giacomo, uno de los protagonistas, que es mercader en Venecia; y
le promete amor eterno a Elisa, la otra protagonista, que cuenta cuentos y siempre empieza sus relatos con las palabras "¡Escuchad, escuchad! Gentes de Nam". Como veis, la historia no puede ser más sencilla; aunque en realidad se trata de una novela tan corta que resulta complicado no contar más de la cuenta para no destripar nada. Es casi mejor, como hizo LAKY, poner aquí el resumen que aparece en la contraportada del libro:
En la floreciente Venecia de los mercaderes y los grandes viajes, dos jóvenes se prometen amor para toda la vida. Muchos años después, cuando audaces navegantes arribaron a una remota isla, oyeron la historia de amor que aquí se cuenta y que comienza así: "¡Escuchad, escuchad! Gentes de Nam... Ella contaba cuentos y yo era un mercader en Venecia.
En cuanto a los personajes, ya veis que son únicamente dos, Giacomo y Elisa; a lo largo de la novela aparecerán otros, pero serán simplemente "actores secundarios", de los que no llegaremos a conocer ni sus nombres. Giacomo nos contará la historia de su vida en la isla de Nam, y nos hablará del amor que siente por Elisa. Lógicamente, en una novela tan corta no hay demasiada oportunidad de extenderse más en la psicología de los personajes, así que nos tendremos que contentar con lo que hay. Únicamente conoceremos un poco a Giacomo, y además será a través de él como sabremos de Elisa; es decir que a ella la conoceremos a través de los ojos de su enamorado.

Mis impresiones


Lo primero que se me ocurre al hablar de lo que me ha parecido esta obra, es una sola palabra: preciosa. Se trata de una historia que no puede ser más sencilla, pero está tan bien contada que casi no podremos dejar de leerla en cuanto nos pongamos a ello. Y la verdad es que se lee en un suspiro, con lo cual seguramente no tendremos problemas de interrupciones ni nada por el estilo, y hasta podremos leerla de un tirón. Además los capítulos son bastante cortos (algunos de unas pocas líneas nada más) y como decía antes sólo son unas 70 páginas, con lo cual el tiempo se te pasará en un suspiro.
Se trata de una historia de amor que, como todas las historias de amor, tiene momentos de alegría, de tristeza, de pérdida, de melancolía, de poesía incluso... Y las historias de amor ya están más que vistas en todas partes, pero en este caso la novela está tan bien escrita que es una delicia leerla. El lenguaje de Pilar Alberdi, al menos en este caso, resulta muy poético y muy evocador; y además a mí me llamaba mucho la atención que se mencionara Venecia, que precisamente fue la ciudad que más me gustó de mi visita a Italia hace ya dos veranos. En realidad no es que haya descripciones minuciosas de la ciudad en la novela, pero el solo hecho de que se desarrolle allí para mí ya era motivo más que suficiente para animarme a leerla; aunque también hay que decir que no sólo se menciona Venecia sino también una isla imaginaria que nadie sabe cuál es ni dónde se encuentra.
Me da la sensación de que Isla de Nam es el típico libro que apetece volver a leer unas cuantas veces más para volver a disfrutar de él y saborear la historia; sobre todo porque lo único malo que le veo es que me lo he leído en un suspiro y me he quedado con ganas de más. Me habría encantado saber qué pasa con los personajes, conocerlos un poco mejor, saber más sobre su historia de amor... Es la única pena de este libro, que me ha sabido a poco y no precisamente porque sea malo, sino todo lo contrario; me habría encantado paladearlo más aún.
Mientras lo leía, me he acordado muchas veces de cuando hace no mucho solía ir más a menudo a montar mi tenderete en ferias de artesanía; teníamos unos compañeros artesanos que vendían cuentos, y en casi todas las ferias en las que coincidíamos con ellos, además de venderlos también se dedicaban a contarlos, y montaban toda una escenografía que a la gente le gustaba muchísimo. A pesar de que el lenguaje de esta novela es muchísimo más poético que el de mis amigos cuentacuentos, los ratos que he pasado leyéndola me he acordado varias veces de ellos. Además en las ferias nos pasaba lo mismo: disfrutábamos tanto con sus cuentos, que siempre nos sabían a poco y nos quedábamos con ganas de más. Y esta misma sensación ha sido la que he tenido leyendo Isla de Nam.
Como ya hemos comentado alguna vez en los blogs literarios, es una verdadera pena que haya autores prácticamente desconocidos a los que las editoriales no les hagan demasiado caso, y que sin embargo otros que ya están consagrados escriban verdaderos bodrios y aun así se publiquen y sean incluso éxitos de ventas. Hace algunos meses escribí una opinión sobre La casa de los amores imposibles, que me sorprendió entre otras cosas por su lenguaje tan poético y tan cuidado; y esto le ocurre también a la novela de Pilar Alberdi: la disfrutaremos doblemente, en primer lugar por la historia y en segundo lugar por su lenguaje. Es una novela muy original, con una historia preciosa, y como es tan corta no quiero contar mucho más porque no es plan de destripar nada; que a mí me fastidia muchísimo que me destripen libros o películas (de hecho sigo enfadada, después de tanto tiempo, con la persona que me destripó el final de Telma y Louise), así que no voy a hacer yo lo mismo.

Conclusión


Con todo lo que ya he contado sobre ella, creo que simplemente me queda decir que la novela me ha encantado, a pesar de que se me haya hecho tan corta. Esto de que una novela sea tan corta tiene sus cosas buenas, pero también sus cosas malas: si eres de los que prefiere leer en ratos sueltos, este libro te irá que ni pintado porque lo podrás leer fácilmente de una sentada. Pero si eres de los que disfruta leyendo, desde luego te encantará leerla, pero seguramente te sabrá a poco, como creo que nos ha pasado a todos. Porque a pesar de que disfrutaremos con su lectura y nos apetecerá leerla despacio para que no se acabe, no podremos evitar leerla deprisa porque enseguida nos meteremos en el relato y estaremos todo el tiempo queriendo saber qué les ocurre a los personajes, cómo continúa su historia de amor, qué pasará después...Creo que, como leí en alguna reseña de este libro, lo ideal sería leerlo al menos dos veces: la primera vez más o menos deprisa, para conocer la historia y los personajes, y la segunda mucho más despacio, para disfrutar del relato mucho más que la primera vez. Y a pesar de que ya sabremos que al final nos espera una sorpresa, no nos importará en absoluto porque seguro que disfrutaremos igual con esa segunda lectura; y supongo que también con las siguientes.
Si os animáis a leer Isla de Nam, espero que la disfruteis al menos tanto como yo, que ya es bastante. Y si lo hacéis y no os gusta, al menos como se lee rápido será poco el tiempo que perdáis en leerla (aunque yo nunca consideraría una pérdida de tiempo leer un libro, fuera el que fuera). En fin, que creo que a lo largo de esta opinión, la palabra que más he utilizado ha sido "disfrutar" y sus derivados; así que en vuestras manos queda darle una oportunidad. Yo desde luego se la daría sin duda.

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