Su ubicación en uno de los confines del mundo no ha evitado al inhóspito territorio de la Isla Grande de Tierra del Fuego la colonización y el problemático reparto entre Chile y Argentina. Recibe el nombre de la Isla Grande de Tierra del Fuego el territorio insular situado en el extremo meridional de Sudamérica. La Isla tiene una forma triangular, y está separada del continente por el estrecho de Magallanes, al noroeste, mientras que el canal de Beagle la separa de las islas Hoste, Navarino, Picton, lennox y Nueva, al sur. Está dividida entre la Argentina y Chile por el meridiano. El área de la región es de más de 73.000 km2. La parte septentrional y oriental de la isla, continuación de la Patagonia, es baja y ondulada. La parte occidental y meridional, por el contrario constituye una prolongación de la cordillera andina. La cordillera Darwin llega a los 2.438 m de altitud. El clima es frío, y los vientos dominantes del oeste, con frecuencia muy violentos, provocan una gran cantidad de precipitaciones en la zona de la isla encarada al pacífico, que cuenta con bosques de coníferas. Las tierras orientales por el contrario, no superan los 500 mm de precipitación anual. En ellas abundan los pastos.
La Isla Grande de Tierra del Fuego fue descubierta en 1520 por el navegante Fernando de Magallanes, quien le dio su denominación actual. Los indios ona, alacaluf y yahgan que lo poblaban fueron dueños del territorio hasta que, en el decenio de 1880, comenzaron a establecerse en la región, ganaderos y buscadores de oro chilenos y argentinos. En 1881 se fijaron las fronteras. En 1945 se descubrió petróleo en Manantiales, zona chilena. En 1984 la posesión de las islas del canal del Beagle, Lennox, Picton y Nueva, se adjudicó a Chile por arbitraje papal.
Aparte de la industria maderera destaca la pesca en los puertos de Ushuaia (la ciudad del mundo más cercana al polo sur), en la argentina, y Porvenir, en Chile. Se exporta lana y carne de ovino. Hay pocas carreteras, pero varios servicios aéreos y marítimos.