El ideal de la escuela laica ya es una quimera en España, donde los musulmanes piden la enseñanza del islam a los niños de esta religión, como se explica la suya a los niños católicos, protestantes y judíos. Las cuatro creencias están reconocidas por el Estado como de especial arraigo histórico.
Judaísmo y protestantismo no plantean problemas; sus valores democráticos son anteriores a los católicos --el nacionalcatolicismo imponía esa creencia en España e impedía la libertad de culto-- y a la misma democracia española. Pero el islam más conocido, aparentemente, no respeta los derechos humanos.
Imaginemos, sin embargo, un islam tolerante, igualitario entre hombres y mujeres, en el que los suicidas del 11 de septiembre estén condenados a suicidarse eternamente, sin paraíso ni huríes.
Ese islam existe, según el famoso poeta, novelista y filósofo marroquí y musulmán Tahar Ben Jelloun. Residente en París, ganó el premio Goncourt en 1987.
Obsesionado con la educación de su hija, escribe libros para que entienda la sociedad cristiana que la rodea. A ella le ha dedicado uno sobre racismo y “El islam explicado a nuestros hijos”, que acaba de salir.
Presenta una religión en la que la guerra santa no es violenta, sino espiritual, e interpretaciones del Corán totalmente diferentes a las de los ulemas y mulás que dirigen la vida en países mayoritariamente islámicos, con excepción de Turquía.
Las autoridades deberían estudiar la autorización de este libro como texto de religión islámica antes de que se imponga el del imán que enseña cómo pegar a las mujeres.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure