Islam intocable.

En Europa la izquierda y muchos periodistas se empeñan en ocultar las barbaridades del Islam y califican de islamófobo a quien las explica o critica el Islam. Bien, pues voy a ser islamófobo.

Los medios de comunicación de toda Europa llevan cerca de dos años hablando pestes del gobierno Birmano porque su ejército ha expulsado a los Rohingyas, un grupo étnico musulmán,  después de maltratarlos y  liquidar a algunos de ellos. En Al-Jazeera TV3 no pasa día sin que en las noticias no mencionen lo que califican de genocidio.

Lo que voy a explicar ahora no justifica las barbaridades del ejército birmano, pero ayuda a entender sus razones.

Los rohingyas llegaron a Birmania recién estrenada su independencia en 1947 desde Bangladesh, el antiguo Paquistán Oriental, Birmania es un país de larga mayoría budista y cuya segunda religión minoritaria es el cristianismo, y Bangladesh es prácticamente musulmán en su totalidad. Se instalaron en el norte del estado de Rakhine en la costa occidental de Birmania que puede verse en el siguiente mapa. Sin que existan pruebas que lo demuestren siempre se ha sospechado que la razón de este movimiento demográfico era la anexión de Rakhine a Bangladesh.

Desde su llegada los rohingyas han sido continuamente fuente de problemas, violencia muertes y violaciones, en muchas ocasiones ligados con grupos terroristas islámicos como Al Queda, hasta ser profundamente odiados por la población de Birmania.

Una barbaridad que los rohingyas han practicado varias veces ha sido atacar pueblos apartados con la intención de desalojar a sus ocupantes y apropiarse de la población por un método un poco fuerte: asesinando a todos los habitantes del pueblo después de violar a las mujeres.

La tensión y el odio entre rohingyas y la población de Birmania fue en aumento hasta que en el otoño del 2016 se produjo en la frontera de Rakhine con Bangladesh una reacción ciudadana contra otro ataque rohingya con asesinatos y violaciones pagando con la misma moneda y a los musulmanes no se les ocurrió otra cosa que vengarse asesinando a 19 monjes budistas que fueron decapitados en menos de dos meses, lo que hizo estallar la paciencia de los birmanos que miraron a otro lado mientras su ejército expulsaba a los rohingyas devolviéndolos a Bangladesh con métodos cercanos al genocidio. Una de las que miró y mira a otro lado es Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz de 1991 que tiene mucho poder en el actual gobierno birmano, y a la que varios periodistas y políticos europeos han pedido sin éxito que se le retire el premio Nobel de la Paz. Por cierto, son muchos más los que han pedido que se retire el Nobel de la Paz a San Suu Kyi que los cuatro gatos que también pidieron retirárselo a Henry Kissinger, el mayor fabricante de conflictos armados y golpes de estado del siglo XX.

Ni un solo medio español ha dicho nada de lo que acabo de explicar, y si lo sé es porque algunos medios británicos importantes si lo explicaron en su día.

Me gustaría que algún día alguien pudiese darme alguna razón que me permitiese entender cómo puede uno hacerse el ciego y sordo ante el hecho irrefutable que allí donde llega el Islam SIEMPRE se producen gravísimos problemas que incluyen víctimas mortales.