Islas Antípodas: Naturaleza en estado puro

Si existe un lugar perdido en el mundo esas son las Islas Antípodas. Este archipiélago desabitado se encuentra al sudeste de Nueva Zelanda y su isla mayor es la que le da nombre: Antípodas. Su superficie es de apenas 20 kilómetros cuadrados.
Curiosamente, su nombre le fue otorgado por los ingleses quienes consideraban que estas islas eran las antípodas de Gran Bretaña. Si bien hoy se conoce que realmente son las antípodas del norte de Francia.
Un fragmento de cerámica polinesia hace creer que en el pasado alguien pudo establecerse o viajar allí pero se han realizado varios tentativos de establecer ganado y otras formas de vida beneficiosas para el hombre sin resultado alguno por lo que actualmente el archipiélago se encuentra deshabitado.
No obstante, en los últimos tiempos estas islas han llamado poderosamente la atención de los viajeros más atrevidos y los amantes de la naturaleza. Este es el único lugar del mundo donde se pueden apreciar los albatros de las Antípodas y los periquitos de las Antípodas; bautizados de esta forma porque son especies endémicas. Además, su población de pingüinos crestados es impresionante.

De tipo volcánico, el Monte Galloway es la montaña más alta de estas islas que se eleva a más de 400 metros sobre el nivel del mar y presenta algunas paredes verticales ideales para los amantes de la escalada.
El principal problema de las Islas Antípodas es su lejanía ya que existen muy pocos tours hacia las mismas. No obstante, algunas compañías de cruceros que pasan por la cercanía hacen un alto para trasladar a los viajeros que deseen vivir la naturaleza en estado puro.