Este archipiélago atlántico se considera el primo hermano de las Islas Canarias. Apenas 400 km. la separan de Tenerife, disfrutando de las mismas condiciones climatológicas que las Islas Afortunadas.
La principal es Madeira, Perla del Atlántico, donde se ubica la capital, Funchal, que acoge a prácticamente la mitad de la población de sus islas.
Madeira cuenta con gran variedad de atracciones además de su espectacular cielo azul, el mar y sus imponentes valles y montañas donde la flora es muy diversa. Famosa por su vino, frutas tropicales, llamativos paisajes y un agradable clima, este archipiélago es el ansiado destino vacacional del viejo continente, con una gran oferta hotelera y de restauración. Debo decir que son preciosas, estuve unos cuantos días ahí y debo decir que lo tengo bien guardado en mi memoria, es un poco volver al pasado, a la tranquilidad de antaño, el tiempo se para, es fantástico.
Con un fondo marino de mas de 3.000 metros de profundidad y unas cálidas aguas, Madeira tiene la fortuna de encontrarse en la ruta migratoria de una serie de magníficas criaturas marinas. Delfines, ballenas, tortugas o incluso focas monje, suelen dejarse ver por sus aguas, resultando una experiencia única verlos en su ambiente natural. Existen compañías que ofrecen este tipo de excursiones como incentivos náuticos en Madeira, organizando visitas turísticas, mágicas puestas de sol, fletes privados, jornadas de pesca e incluso la opción de nadar entre delfines. También se pueden recorrer las reservas naturales de las islas a bordo de piraguas, motos de agua o lanchas rápidas, ofreciendo la posibilidad de llegar a rincones totalmente inaccesibles por tierra.
La belleza natural de las costas de Madeira son un espectáculo debido al origen volcánico de la isla. En general el mar suele ser tranquilo y cristalino, por lo que las aguas de Madeira se convierten en una delicia para los amantes de la navegación a vela. Destacamos la isla de Porto Santo, tanto por el paisaje lunar espectacular que ofrece como por sus mas de 10 km. de arena dorada, donde podremos además practicar actividades subacuáticas, windsurf y kitesurf.
En este archipiélado encontraremos tres islas menores desiertas donde poder disfrutar de un precioso día entero de navegación. Luego están las dos habitadas; Madeira y Porto Santo y más alejadas tenemos las “Islas Selvagens”; un conjunto de islotes lleno de fauna diversa, de origen volcánico y con una antigüedad de 3,5 millones de años. Recibieron el título de Reserva en 1995 y son un patrimonio natural único, habitado por especies poco comunes y endémicas, siendo la mas importante la foca monje del Mediterráneo. Un precioso lugar disputado con España ya que su posición es sumamente importante en el mapa pesquero y territorial.
Por otra parte y para los amantes de las emociones fuertes, en Madeira existen zonas de relieve accidentado y grandes acantilados, donde combinar la navegación con actividades de team builiding náutico o Coaching Náutico, así como disfrutar incluso de la navegación de altura.
Madeira suele ser olvidada por los navegantes que viajan hacia Canarias para dar el salto, es una lástima, aunque, evidentemente las ventajas de las islas españolas en cuanto a mantenimiento, reparaciones, profesionales del sector, recambios, precios…. son notables.
Finalmente, recomendamos especialmente este destino para aquellas parejas que deseen celebrar su boda en un barco de un modo muy especial, con el idílico escaparate que nos proporcionan estas islas.
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